Tras presentar su nueva novela, “Símale cumple 70″, en la que narra su vida de manera ficcionada, la escritora Silvia Plager advirtió sobre el antisemitismo que sigue presente en una parte de la sociedad y cuestionó a aquellos que critican la existencia de Israel, al señalar que “el que acepta que barran a un país no es muy distinto al que dice que hay que matar a todos los judíos”.
“Yo creo que el antisemitismo y el antisionismo son un poco lo mismo, porque el que acepta que barran a un país y que lo borren del mapa, no es muy distinto al que dice que hay que matar a todos los judíos y que no pueden entrar a las universidades”, opinó Plager al respecto.
“Mi generación fue toda socialista, ¿qué íbamos a ser? ¿De derecha? Si yo nazco cuando termina la Segunda Guerra Mundial. Éramos todos socialistas democráticos, porque era buscar la igualdad entre la gente, porque no queríamos eso que había sido tan marcado, eso de la supremacía genética, jerárquica y cultural…”, reconoció.
Al hablar sobre su nuevo libro, la escritora precisó que el objetivo era “una ficción que metafóricamente representara” lo que ella misma “podría hacer si quisiera” con toda su “voluntad y energía a los 80 años”.
“Yo no sé si tenía la capacidad para hablar directamente de mí, porque uno siempre habla a través de otro hablando de uno mismo, pero acá la protagonista se llama Silvia Mirta Siderer, como figura en mi documento, y también está Símale, que es la nena que fui yo en una época en la que terminaba la Segunda Guerra Mundial”, explicó.
Al respecto, comentó que en el texto “renacen cosas” que no pensó que iban a aparecer cuando escribió esta novela, “que va para atrás y hacia el presente” y está en gran parte ambientada en Rosario porque su papá vivía allá.
Por otro lado, destacó que el libro no pretende tener un tono trágico: “Mientras lo escribía, había momentos en los que pensaba ‘esto va a ser un drama y yo no quiero escribir un drama’. Yo lo heredé eso de mi familia. Imaginate, a mi padre le mataron a sus padres y al hermano mayor con su esposa e hijas, pero a mi papá nunca lo vi quejarse. No se quedaban en la desgracia y era gente alegre”, destacó.
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