En la memoria de muchas personas quedan las imágenes de ese fatídico 13 de noviembre de 2015 en París cuando extremistas islámicos le arrebataron la vida a cientos de personas, pero ello no paró ahí, y actualmente los terroristas han cambiado su modo de atacar en las ciudades donde habitan los que ellos llaman “infieles”.
Después del ataque en la capital gala, Europa recibió un nuevo golpe justo en el aeropuerto y la línea de metro de Bruselas, Bélgica, en los cuales, al igual que en París, los atacantes emplearon explosivos. Pero, recientemente, la modalidad de agredir se transformó y hoy sus armas son cuchillos y automóviles, además de que las personas que participan son un número reducido.
Esta forma en la que los seguidores del Estado Islámico (EI) atentan contra los “infieles de Occidente”, la prensa la ha denominado terrorismo de “low cost” (de bajo costo).
Ante esta modalidad, “muchos creen que estos ataques reflejan la disminución de la influencia y la fuerza del Estado Islámico. Pero otros son menos optimistas y dicen que ello es sólo la permutación más reciente de un fenómeno complejo que estará con nosotros en los próximos años”, aseguró a Excélsior David Fenner, investigador del Centro de Estudios sobre Oriente Medio de la Universidad de Washington.
Estos cambios surgen luego de que en septiembre de 2014 un portavoz del EI, Abu Mohamed Al-Adnani, difundiera un comunicado, que en ese momento pareció que pasó desapercibido, en el que exhortaba a todo islamista a atentar contra los “infieles en Occidente” y, por primera vez, apuntaba la posibilidad de emplear vehículos como armas.
Si puedes asesinar a infieles americanos o europeos –especialmente a malévolos y sucios franceses– o australianos o canadienses o cualquier infiel entre los infieles que azuzan la guerra, incluidos los ciudadanos de los países de la coalición contra el Estado Islámico, entonces confía en Alá, y asesínales de cualquier forma o manera. Da igual cómo. Revienta su cabeza con una roca o acuchíllales o atropéllales con tu coche o tírales desde un lugar elevado o ahógales o envenénales”, manifestó Al-Adnani.
Ejemplos de esta nueva modalidad por parte de los seguidores del EI en Europa tiene un primer momento en Niza, Francia, el 15 de julio de 2016, cuando un hombre que conducía un camión arrolló a una multitud de personas, lo que dejó al menos 84 muertos y decenas de heridos.
Con ese ejemplo se habla de cambios en el modo de operar del grupo yihadista, de acuerdo con David Garriga, criminólogo y especialista en yihadismo. “El terrorismo de etiología yihadista evoluciona continuamente en sus maneras de atentar buscando ir por delante y sorprender a cuerpos y fuerzas de seguridad y sociedad en general”, explicó Garriga. Además de que sus manuales presentan diferentes maneras de actuar al alcance de cualquier persona. Desde la fabricación de bombas caseras a atropellos o atentados sobre la población civil, detalló a este diario.
El terrorismo utiliza una cantidad limitada de violencia, pero busca el mayor impacto posible. Después de Niza, el EI reivindicó un atentado, nuevamente empleando un camión, en el corazón de Alemania. En el ataque a Berlín el pasado diciembre en el que murieron 12 personas y 48 resultaron heridas volvió a materializar la estrategia del mínimo recurso.
Esta modalidad de ataques son perpetrados por lo que denominamos lobos solitarios, personas que echan mano del radicalismo del grupo terrorista en las redes sociales y su información de cómo atentar en Occidente como herramienta para pasar a la acción, detalló Garriga.
El modus operandi de estos lobos es muy peligroso porque pueden radicalizarse y pasar a la acción en pocos días, lo que hace casi imposible su seguimiento y detención por parte de la policía. A diferencia de los terroristas individuales que reciben adoctrinamiento y recursos para los atentados, estos tiene que autoformarse y apoderarse ellos mismos de las herramientas y armas que vayan a usar”, expuso el criminólogo.
Londres fue el siguiente objetivo. Un hombre arrolló con un automóvil a peatones y después apuñaló a un policía cerca del Parlamento británico en un suceso que fue calificado por las autoridades como un “ataque terrorista de un maleante”. En el incidente murieron cuatro personas más el agresor.
Al día siguiente, el Estado Islámico se adjudicó el atentado, cometido por el británico Khalid Masood.
El autor del ataque frente al Parlamento británico en Londres es un soldado del EI” y su acción respondió al llamado a atacar “a los países de la coalición” internacional antiyihadista, indicó Amaq, la agencia de propaganda del grupo yihadista.
Después del atentado en Londres, la policía impidió una acción similar en la ciudad belga de Amberes, luego de que un conductor de auto con matrícula francesa ingresó a gran velocidad a un paso peatonal.
Garriga aseguró que “la promoción y (el despliegue en) prensa de estos atentados fortalece al grupo terrorista creando una sensación de terror a nivel mundial, sobre todo porque la mayoría de los lobos solitarios, aunque les juren fidelidad momentos antes de morir en el atentado, nunca han pertenecido al grupo terrorista y sólo han utilizado la narrativa radical y su información de cómo atentar. El EI es especialista en autoproclamarse atentados que después se ha demostrado que no fueron provocados por ellos”.
El último de estos ataques con camión ocurrió el 7 de marzo pasado en el que cuatro personas murieron y 15 resultaron heridas en el centro de Estocolmo. El primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, anunció que se habían reforzado los controles fronterizos del país.Días después las autoridades suecas aseguraron que el ciudadano uzbeko, de 39 años, considerado el principal sospechoso del ataque con un camión es simpatizante del grupo terrorista Estado Islámico.
La modalidad empleada por los seguidores del EI o que se dicen ser parte de sus filas no es nuevo, ya que en el pasado fue empleado por la secta japonesa Aum Shinrikyo, el grupo Baader Meinhof en Alemania y el Ejército Republicano Irlandés (IRA), aunque sus ataques, en menor escala, fueron en apoyo de sus diversas misiones, recordó Fenner.
El auge de esta modalidad tiene mucho que ver con el uso de redes sociales como Facebook, YouTube y Twitter, entre otras, gracias a la facilidad con la que los seguidores del EI pueden acceder a información sobre armas, explosivos, formas de atacar e incluso contactar a milicianos, los cuales también pueden llevar su propaganda más allá de sus fronteras en Siria.
Aunado a lo anterior, como mencionó Garriga, la improvisación, la rapidez y la dificultad de la policía para rastrearlos por no pertenecer a ningún grupo terrorista hacen más peligrosa esta forma de atacar.
En ese sentido, Fenner señaló que “desde el punto de vista del EI, (estos ataques) son baratos, ampliamente publicitados y prácticamente imposibles de prevenir”.
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