Turquía: el gobierno se apropia de Zaman

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No hay noticiero internacional que en estos días no tenga a Turquía como uno de sus temas centrales. Se destaca su papel en la guerra civil siria y en el combate al Estado Islámico, aunque sobre todo la crisis de los refugiados ha puesto a Turquía en el ojo del huracán en la medida en que es desde allí de donde parte la inmensa oleada de quienes buscan asilo en el continente europeo luego de arribar en primera instancia a Grecia. El manejo de los casi 2.5 millones de refugiados asilados en suelo turco, las negociaciones con la Unión Europa para regular y limitar el flujo de quienes se embarcan hacia Grecia, las prerrogativas y los dineros ofrecidos al régimen de Erdogan para una colaboración eficiente en esta crisis, son así algunos de los asuntos que, justificadamente, captan la atención internacional. Pero existen también en la política interna turca signos claros de una inestabilidad creciente en la que día con día alcanzan nuevas cotas la violencia, la represión y la erosión de la democracia. Especialmente sonado ha sido en este sentido la toma del periódico Zaman por instancias gubernamentales hace poco más de una semana.

La justificación del régimen de Erdogan para confiscar Zaman, fue que la medida fue ordenada por una corte independiente a fin de neutralizar una estructura de poder que operaba desde ese diario y era paralela al Estado, amenazaba a la seguridad nacional y era culpable de lavado de dinero, todo ello bajo el liderazgo de un Fetullah Gulen, un ideólogo islamista que ha vivido en Estados Unidos desde hace años y que paradójicamente, fue por casi una década un aliado de Erdogan en su ascendente carrera política. Y efectivamente, hay señales claras de que se ha dado una ruptura radical en el seno de la estructura islamista-conservadora del país. Pero además, no cabe duda que lo que Zaman publicaba se había vuelto tremendamente incómodo para el régimen, el cual se ha destacado por coartar sistemáticamente la libertad de expresión y perseguir y encarcelar comunicadores críticos.

Encuentro en las páginas del último día en que Zaman operó como independiente, varios artículos incisivos que arremeten contra esferas gubernamentales. Como ejemplo, cito aquí uno de ellos, titulado “Turquía construye grandes prisiones para arrestos masivos”. El núcleo de lo ahí tratado se refiere a las cifras que muestran el aumento en proyectos de construcción y ampliación de prisiones, la descomunal elevación de la cantidad de gente privada de su libertad y la manera en que el sistema judicial, manejado desde el Ejecutivo, trabaja día y noche para silenciar a quienes se atreven a señalar el carácter crecientemente autocrático del gobierno de Erdogan. “No sólo se trata de prominentes periodistas, defensores de derechos humanos, opositores y disidentes ideológicos o políticos, sino que también ciudadanos ordinarios, amas de casa, personas discapacitadas y estudiantes de secundaria son detenidos por la policía en grandes cantidades sólo porque compartieron una foto, subieron un mensaje en las redes sociales o participaron en alguna actividad colectiva en el seno de una congregación de su vecindario”, dice el artículo.


El que al día siguiente Zaman haya sido tomado por fuerzas gubernamentales no es, en este contexto, una sorpresa, sino la confirmación de lo que el periódico se empeñaba en señalar. Paso a paso Erdogan maniobra para acumular más y más poder e imponer autoritariamente su línea destruyendo los espacios de libertad y democracia que aún quedaban. La coyuntura internacional en la que la Unión Europea necesita del gobierno turco para enfrentar el desafío de los refugiados lo beneficia, no obstante las dificultades que encara con su ruptura con Rusia, su crisis económica y el independentismo kurdo nuevamente efervescente.

Acerca de Esther Shabot Askenazi

Licenciada en Sociología egresada de la UNAM (1980), con estudios de maestría en Sociología en la UNAM y con especialización en Estudios Judaicos en la Universidad Iberoamericana. (1982-1985) Fue docente en la ENEP Acatlán, UNAM durante 10 años (1984-1994). Actualmente es profesora en diversas instituciones educativas privadas, judías y no judías.De 1983 a 1986 fue colaboradora semanal del periódico "El Nacional" tratando asuntos del Oriente Medio.Desde 1986 hasta la fecha es editorialista semanal en el periódico Excélsior donde trata asuntos internacionales.Es comentarista sobre asuntos del Medio Oriente en medios de comunicación electrónica.Publicaciones:"Los orígenes del sindicalismo ferrocarrilero". Ediciones El Caballito S.A., México, 1982.En coautoría con Golde Cukier, "Panorama del Medio Oriente Contemporáneo". Editorial Nugali, México, 1988.Formó parte del equipo de investigación y redacción del libro documental "Imágenes de un encuentro. La presencia judía en México en la primera mitad del siglo XX" publicado por la UNAM, Tribuna Israelita y Multibanco Mercantil, México, 1992.Coautora de "Humanismo y cultura judía". Editado por UNAM y Tribuna Israelita. José Gordon, coordinador. México, 1999.Coordinadora editorial de El rostro de la verdad. Testimonios de sobrevivientes del Holocausto en México. Ed. Memoria y Tolerancia, México, 2002.Redactora de la entrada sobre "Antisemitismo en México" en Antisemitism: A Historical Encyclopedia of Prejudice and Persecution". Ed. ABC CLIO, Chicago University, 2005."Presencia judía en Iberoamérica", en El judaísmo en Iberoamérica. Edición de Reyes Mate y Ricardo Forster. EIR 06 Enciclopedia Iberoamericana de Religiones. Editorial Trotta. , Madrid, 2007.Artículos diversos en revistas de circulación nacional e internacional.

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