A mi cálido y generoso amigo Luis Peris-Mencheta, plantador de árboles y de afectos.
Las Navas del Marqués es una deliciosa villa de la provincia de Ávila, la maravilla de Castilla, y allí donde los pájaros – que bien lo saben – se toman las vacaciones. Y en cuyos poéticos alrededores parecen concentradas toda la suavidad y exuberancia de la antigua Iberia.
Un bosque ignorado. El bosque Botella. Edén de los sentidos, como “un lugar alto” de Israel, se encuentra en el Barrio de la Estación y próximo a la carretera de Ávila – Madrid, cruzada por un puente y por un arroyo en cuyas aguas rumorosas y verdes riberas se solazan patos salvajes y cantarinas ranas.
La Naturaleza es un santuario cuyos altares sin número son los árboles. La arboleda recuperada convertida en santuario paralelo, es ya lugar de peregrinación de espíritus nobles.
En los últimos tiempos, hemos plantado y cuidado Jaime Botella, Antonio Palop, Javier Martínez, yo mismo y otros voluntarios de credos y pueblos diferentes, un bosque con docenas de variopintos arboles, muchos cipreses, algún olivo que otro, que, votivos, hemos dedicado a la nutrida saga de la familia Botella. Arboles también en memoria de los Justos de las naciones que salvaron a judíos en tiempos atroces; a nuestros amigos Caballeros de la Orden Nueva de Toledo, y asimismo a nuestros antepasados que ya duermen el sueño de la muerte en el regazo del Eterno.
El infinito encanto del lugar predispone a ensoñaciones de tipo religiosos de carácter sensual y visionario, y dicen algunos haber visto coronado de laurel al profeta Elías, cabalgando un toro embridado con una enorme culebra viva, cosa esta que está siendo motivo de inspiración para escritores y artistas plásticos.
Este suceso tiene en sí mismo un simbolismo transparente:el hombre debe dominar sus instintos – el toro y la serpiente que todo llevamos dentro – por la voluntad y la inteligencia. Por otra parte, esta aparición tiene el verdor, la frescura y la gracia de los más hermosos mitos griegos. Sin más nos viene a la memoria la historia del Minotauro de Creta, donde se nos cuenta la pasión abominable que Pasifae, la esposa del Rey Minos, concibió por un astado del mar: “cuanto más solitario me vuelvo más amo las historias, los mitos“, escribió en su testamento el viejo Aristóteles.
Prosigamos y regresemos nuevamente a nuestro mítico bosque; una hermosa muchacha de cabellos amielados entre las alegres sonrisas de sus compañeros recita los versos bellísimos del salmo 137:
“¡Jerusalem, si yo de ti me olvido,
Que se seque mi diestra!
¡Mi lengua se me pegue al paladar
Si de ti no me acuerdo,
Si no alzo a Jerusalem
Al colmo de mi gozo!”
Caminante, extranjero, tú que lees, ve y di a las gentes de Sefarad: “tus hijos han plantado árboles aquí, en el bosque del Toro, el Profeta y la Serpiente, en el bosque de la Serpiente, el Profeta y el Toro”.
Concordia de todos y para todos. Y la bondad que jamás prescribe. Shalom.
Las Navas del Marqués (Ávila)
Antonio Escudero Ríos.
Gran Maestre de la Orden Nueva de Toledo. [1]
/ 5769 de la Creación del Mundo / año 2009
[1] NOVUS TOLETI ORDO es una selecta fraternidad cuya misión es la defensa plural de el Oriente Medio cristiano, Israel y combatir el antisemitismo.
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