Pues después de 23 horas desde que nos encaminamos al aeropuerto de la Ciudad de México, finalmente llegamos sin haber dormido nada en los aviones, nada es nada, siempre decimos: es que no pude dormir nada, pero entre pestañeo y pestañeo hasta roncamos un poco, pero en esta ocasión no dormí ni un minuto, ¿la edad?, ¿la emoción de volver a esa tierra que nos ha bendecido tanto? aquí estamos ya en Tel Aviv, y empiezan las peripecias; obviamente de la Agencia de Viajes nunca llegaron al aeropuerto Ben Gurión por nosotros, valientemente nos encaminamos al sitio de taxis, pasando desde luego por varios ofrecimientos de personas que nos ofrecían su Taxi, supongo que tal y como sucede en mi amado México, que no están autorizados y por lo mismo presumo que son menos seguros.
Amablemente un taxista que está en la fila de taxis, ya supongo autorizados e inicia el consabido regateo, nos ofrece el precio de 145 shekels pero 4 más por cada maleta, desde luego ya suena raro, ya en camino a Tel Aviv, al fin encuentro la dirección del Hotel Daniel herzliya, Tel Aviv (que por cierto la agencia me cambio de hotel del Daniel al Orchid que está junto, que para mis pulgas, no me agrada nada que me cambien si mi consentimiento, pero bueno, yo calladito, sin repelar) entonces el taxista dice, ¡huy no! yo le dije el precio por Tel Aviv, Herzliya es más caro serán 245 Shekels, yo calladito.
Al rato y después de las peripecias de Fitipaldi llegamos al hotel sanos y salvos, un hotel bien, nos recibe un empleado muy amable, sin ningún registro ni solicitar tarjeta de crédito para extras, simplemente nos entrega la llave y dice: bienvenidos, le preguntamos donde poder cenar y nos indica que cruzando la calle hay un restaurante 24/7, obvio pienso en un lugar de hamburguesas o tacos, bueno estando en Israel tiene que ser Falafel (lo más delicioso que hay en el mundo) (bueno tampoco es para tanto, pero a mí me encanta el famoso falafel) y sí, cruzamos la calle, nos recibe un joven súper cortés, nos indica la mesa, nos trae el menú pero… ¡en Hebreo! Claro que me agrada que siendo Goyin me confundan con Judío, entonces nos ve la cara de ¿What? Y dice mejor en inglés entonces ¿verdad? Y no lo puedo creer.
Es la 1 de la mañana y ¡el menú es de desayunos! Recordando el “A donde fueres has lo que vieres” pedimos unos huevos Benedectine con salmón y resultaron ¡exquisitos! Y luego ya al terminar nos traen sin pedirlo un jugo de Selek supongo por el color que es Berenjena con zanahoria (creo que la berenjena es casi como el ajo para mí, no me gusta, lo rechazo, ¡Agggg! Ya saben esa cosa que te obligaron de niño a comer y que lo detestas para siempre jajaja), así que nos disponemos después de nuestros sagrados alimentos (desayuno) a ir a la meme y Rosi dice checando el itinerario del Tour: ¡mañana el desayuno es a las 7! Soy tentado a desgañitarme diciendo: ¿no acabas de desayunar? Pero bueno todo es parte del tema.
El hola Israel es casi “pasar las de Caín” jajaja no es verdad, pequeñas situaciones que no van a empañar este maravilloso viaje. Y si, ya estamos en la bendita tierra de Israel, ya nos encontramos a algunos amigos que vienen al mismo Tour de otros países, estamos seguros que todo esté viaje será de enorme bendición, gracias Israel por permitirnos regresar, Ashem es bueno, y bueno todo el tiempo.
Su amigo “no Judío”
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