Siempre hay excusas para descuidar la buena alimentación: si hace frío si hace calor, los niños están en casa, fue mi cumple, el cumple de mi esposo, el día de la madre, vienen vacaciones, en fin, la lista puede ser interminable.
Pero nunca es tarde para regresar al buen camino de la alimentación, buscando opciones sanas, llenas de sabor y que te hagan sentir satisfecha y feliz con lo que pones en la mesa.
Lo más triste de las dietas o planes de alimentación para bajar de peso es la cara de quien se sienta a la mesa con un plato de lechuga y un pollo a la plancha, cuando hay mil opciones para comer sano y rico.
A mí me encantan, y además me funcionan muy bien las sopas y cremas para iniciar la comida, me hacen sentir llena más pronto y bajar la ingesta calórica en el siguiente tiempo, además un buen bowl de sopa siempre cae bien.
Es importante además comer despacio, las prisas de los tiempos actuales siempre nos hacen acelerar el paso y esto hace que comamos en exceso sin darnos cuenta, sólo cuando de plano nuestro cuerpo se siente mal porque nos pasamos.
Muchos le temen a algunas verduras y sopas porque piensan que son demasiado caloríficas para planes alimenticios, pero definitivamente son mejor opción que unas tortillas, tostadas, arroz, pasta, papa o cualquier carbohidrato.
Pero hay que saber preparar las sopas y cremas, empezando por disminuir la cantidad de grasa de sus preparaciones.
Lo primero es incluir muchos vegetales, los que gustes y que tengas al alcance, así mismo puedes añadir alguna proteína de origen animal pero de preferencia magra o sin grasa.
Evita agregar cremas, quesos cremas, o demasiada mantequilla a tus sopas, estos ingredientes pueden aumentar en exceso la cantidad de calorías que consumes en un plato.
Sazona con hierbas y especias tus sopas, que tu cocina se impregne de esos aromas para que al servir tengas un verdadero manjar en la mesa.
Cuando las carreras del diario te impidan preparar una buena sopa, ten en el refrigerador una base que puedas usar para cualquier preparación, a la que sólo le pongas algunas verduras y disfrutes de un rico y nutritivo plato preparado en sólo unos minutos.
Hoy te comparto mi receta de consomé de pollo, muchas amigas optan por congelarlo para tenerlo siempre listo y a la mano, porque además de usarlo como base para sopas y cremas, puede ser usado en guisados para aportar sabor.
Pero creo que la recomendación que más te puede servir es que no sientas que una buena alimentación es un sacrificio, la comida debe ser placentera y más si la compartes en casa y con tu familia.
CALDO DE POLLO
6 PORCIONES
- 16 tazas de agua
- 3 piernas con muslo de pollo sin piel
- ½ cebolla mediana
- 1 varita de apio
- 1 diente de ajo
- 1 zanahoria
- 4 cucharadas de consomé en polvo
- 1 calabaza
Preparación:
Hervir el agua con el pollo, es importante quitarle constantemente la espuma que se forma en la superficie del caldo.
Agregar la cebolla, el apio, el ajo, la zanahoria y el consomé en polvo, cocer por media hora a fuego medio con el recipiente tapado.
Agregar la calabaza, tapar de nuevo el recipiente y dejar que hierva nuevamente, cuando la calabaza esté cocida, al igual que la zanahoria, retirar las verduras y el pollo.
Licuar las verduras con un poco de caldo y regresar al caldo, desmenuzar el pollo y reservar.
Este consomé sirve para caldos, cremas, sopas mexicanas, y diversos guisos.
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