Apenas unos instantes después que finalizó el discurso inaugural de la campaña electoral del partido “Josen LeIsrael” (Fortaleza para Israel) del excomandante en jefe del Ejército, Benny Gantz, comenzó a difundirse una ola de reacciones desde todos los sectores de la política israelí, en especial de la derecha.
El primer ministro Binyamin Netanyahu escribió en su cuenta de Twitter: “Quien dice que no es ni de izquierda ni de derecha, es de izquierda. Otro discurso de Lapid”, en alusión al titular del partido de centro Yesh Atid, Yair Lapid.
El partido Likud – que preside Netanyahu – dio a conocer un comunicado en el que advertía: “toda esa licuadora de palabras no logrará esconder el hecho de que es un hombre de izquierda”. “Inmediatamente después de las elecciones, Gantz se unirá a Lapid y los demás partidos de izquierda y formará un gobierno de izquierda. El desgastado truco de colocar a un general al frente de la lista de candidatos para derrocar al gobierno de derecha, no funcionará esta vez con el sector nacionalista”.
En la misma línea, la ministra de Cultura y Deportes, Miri Reguev, decía: “Gantz es la nueva izquierda. Al parecer él no distingue entre monarquía y democracia. Él es quien abandonó a los soldados de Golani para favorecer a los palestinos, es quien no comprendió la amenaza de los túneles y – lo más grave – que no expresó su opinión en cuestiones políticas importantes y permaneció en la ambigüedad. Todo lo que él desea es derrocar a la derecha y a Netanyahu”.
En tanto que el ministro de Educación y titular del partido “Haiamin Hajadash” (La Nueva Derecha), Naftali Bennett señaló que “Gantz habló sobre derrotar a Sinwar” – el jefe del brazo armado de Hamás – “pero él es quien lo coronó”. “Es un peligro volver a darle la responsabilidad por la seguridad de Israel. Gantz habla muy bien, pero es muy débil en cuanto a acciones. En todas las pruebas a las que estuvo expuesto, dudó y titubeó. Es una buena persona, pero es muy débil”.
“La unión entre Gantz y Yaalon es la combinación de los ´arquitectos del empate´, una concepción que indica que no queremos vencer sino salir airosos. Gantz es un hombre profundamente de izquierda en sus ideas. Izquierda es izquierda es izquierda”.
El viceministro de Salud, Yaacov Litzman, del partido ultraortodoxo Yahadut HaTorá, declaró: “Benny Gantz mostró hoy inexperiencia política. Hablar sobre cooperación con los ortodoxos y al mismo tiempo de transporte público en el descanso sabático, el Muro de los Lamentos para reformistas, todo eso junto no funciona y no se puede realizar. La historia demuestra que la preservación de la tradición y la religión es garantía de éxito político y de liderazgo. Una agenda antirreligiosa es una receta para el fracaso “.
El titular de otro partido ortodoxo, Arieh Deri, cuestionó: “Gantz, después de semanas de silencio, ¿tu gran mensaje al pueblo de Israel es el matrimonio civil, el Muro de los Lamentos para reformistas? No, Benny, ése no es el camino para unir al pueblo sino para dividirlo. No toques las tradiciones del pueblo judío”.
El partido Kulanu, de Moshe Kahlon, reaccionó al discurso de Gantz con un video cuyo mensaje dice: “Esperamos, esperamos, nos mordimos las uñas, y luego llegó: 20.000 palabras arrogantes, condescendientes y distantes. 0 programas, 0 ideas, 0 soluciones. La conclusión es clara – 0 en interés en la gente”.
En tanto que la titular del partido “Hatnuá”, Tzipi Livni, dijo que “felicita” a Gantz por su mensaje. “No cabe duda que el país es más importante que nosotros y la pregunta más importante es qué Israel quedará cuando ya no estemos. ¿Será un país con el mal espíritu que Netanyahu y sus socios introdujeron o con el espíritu de la declaración de nuestra independencia, con mayoría judía e igualdad para todos? Por esto yo lucho, mi partido lucha, por ese país”.
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