El director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Panamericana de México, Juan Carlos García, dialogó con la Agencia AJN luego de su viaje a Israel en el que pudo participar del evento Escuelas Ocurrentes, una iniciativa del papa Francisco para promover la vinculación de todas las escuelas del mundo y el diálogo interreligioso mediante la ciencia.
García, quien representó a la Universidad Panamericana encabezando el tema tecnológico, resaltó: “Es increíble conocer una ciudad donde han pasado muchísimas culturas, ha sido reconstruida siete veces. Entender el ecosistema en Israel, que es espectacular en el tema científico y en la industria, una de las más consolidadas en el tema de desarrollo tecnológico del planeta”.
Además, tuvo la oportunidad de vivir el verdadero shabat, conocer la tumba del Rey David y “entender el Muro de los Lamentos desde una percepción no turística, sino cultural”. Por último, aseguró: “Israel cambió mis expectativas”.
-¿Cómo surgió la oportunidad de viajar a Israel?
El viaje fue una invitación de una iniciativa del papa Francisco. Desde que era obispo en Argentina, él proponía reducir la brecha y la desigualdad social en la educación desde un punto de vista interreligioso, donde pudieran convivir todas las culturas y religiones. Cuando es nombrado pontífice, la lleva a una iniciativa papal y entonces crea Escuelas Ocurrentes. El año pasado fue la primera reunión entre Universidades católicas, judías, musulmanas, y también agnósticas, pero todas en un diálogo interreligioso, es decir, buscar mediante la ciencia, un común denominador en el dialogo. Este año la universidad Hebrea de Jerusalem se propuso como parte del diálogo interreligioso, entonces el congreso mundial se realizó en la UHJ, un lugar de muy alta potencia científica, donde han salido 8 Premios Nobel.
Cuando el Prof. Leo Joskowicz, una entidad científica muy reconocida, vino a la Universidad Panamericana en México, le pude comentar que quería visitar Israel y me recibió en la Universidad Hebrea. Desde la Universidad Panamericana íbamos encabezando el tema tecnológico, hacer tecnologías para las personas.
-¿Qué fue lo que más pudo destacar de esta experiencia?
Fue una experiencia tremenda, al menos para un servidor, desde el punto de la fe porque en Israel están los padres de nuestra fe. Es increíble conocer una ciudad donde han pasado muchísimas culturas, ha sido reconstruida siete veces, entender el ecosistema en Israel, que es espectacular en el tema científico y en la industria, una de las más consolidadas en el tema de desarrollo tecnológico del planeta. Pese a que estuvimos una semana, fue un viaje sumamente productivo. Pudimos ver cómo se vive shabat, conocer la tumba del Rey Daviv, cómo desde la historia entiendes mucho más tu fe. Pude entender el Muro de los Lamentos desde una percepción no turística, sino cultural. Pude estar solo el tiempo que fuera necesario para analizar qué sucede en el Muro de los Lamentos.
Este encuentro de Escuelas Ocurrentes fue muy significativo porque pudimos estar entre las religiones más grandes del mundo, en un diálogo donde veíamos en la educación y la ciencia, un medio para hacer un mundo mejor. Es más, cuando estuvimos en el evento se llevó a cabo una misa dentro de la Universidad Hebrea de Jerusalem, un hecho que nunca se había dado en cien años de creación. Eso demuestra una enorme apertura cultural.
Por el lado científico, este viaje fue una revolución. Me impactó muchísimo el cambio en el ecosistema que se está haciendo en Israel. Uno espera llegar a un desierto, pero es todo lo contrario. Es espectacular ver cómo, con muy poca agua ayudan a generar más agua, es decir, más biodiversidad.
Por el lado tecnológico, cuando un alumno llega a la universidad, es impresionante la madurez y la potencia que tienen a diferencia de lo que tenemos en México u Occidente. Llegan con disciplina militar, mucha cultura y mucha madurez. Eso me ayudó a entender por qué su desarrollo tecnológico es tan espectacular en las universidades hebreas, pues porque tienen estudiantes que funcionan de otra manera, hablan tres o cuatro idiomas y porque saben qué es lo que quieren estudiar. Es muy impactante también la relación que tiene el gobierno de apostar al desarrollo tecnológico de alta potencia.
-A pesar de que Israel es un país en conflicto, ¿pudo sentirse seguro?
A mí personalmente me gusta mucho caminar las ciudades porque es ahí donde las percibes. Estuve en la puerta de Damasco, en la zona vieja, en la zona nueva y nunca tuve ningún problema. Incluso en algunas ocasiones luego de la cena, me regresé caminando. Siempre me sentí muy seguro.
-¿Qué pudo llevarse de su viaje a Israel? ¿Tiene en mente aplicar algo de todo lo aprendido?
Hoy junto con el Prof. Leo Joskowicz estamos organizando para reunir a los mejores empresarios de Aguascalientes y a los mejores universitarios académicos del Estado para ir a una misión comercial y académica en Israel. Necesitamos ir para poder mover ese esquema. Este fue uno de los viajes que ha cambiado mi vida, ni Europa me ha marcado tanto como el viaje a Israel.
-¿Considera que estos viajes los deberían realizar también otros países de Latinoamérica?
Sin lugar a duda. Económicamente no es muy sencillo ir, pero considero que cualquier persona de cualquier ámbito a lo que se dedique debería visitar Israel porque te cambia la forma de ver las cosas. Se puede ver la mezcla de tres culturas diferentes. El viaje a Israel ha sido un evento extraordinario.
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