Chaya Mushka, la Rebetzen (Segunda Parte -Final)
El Rabino Ephraim y su familia continuaron con calma su trabajo con la comunidad Judía de Tijuana. Hubo un cambio de la anterior Mesa Directiva porque su ciclo había terminado. Después de la instalación de la nueva Mesa Directiva surgieron varias ideas. El presidente tenía la idea de operar un restaurante porque ya teníamos los ingredientes necesarios. Comida Glatt Kosher, un cocinero y supervisión Rabínica.
Este restaurante que se inició opera desde las 8:00 A.M. hasta las 9:00 P.M. cinco días a la semana, de Domingo a Jueves pero el Viernes hasta las 2:00 P.M.. Se remodeló el comedor (lo cual era responsabilidad de la tesorera) y se inició tener música en vivo con profesionales los Lunes y Jueves durante el desayuno, después de los rezos y los Miércoles, en una comida especial que contiene diversas ensaladas. Los Miércoles se intercambian semanalmente el músico que toca la marimba y el que toca el piano. Este restaurante está ubicado en Cuauhtémoc Norte #18, a una cuadra y media del Palacio Azteca, junto al Club de Leones y en la esquina está el restaurante Ricardo´s en contra esquina con la calle Gobernador Lugo. El único restaurante Kosher en San Diego se encuentra en el JCC de la Jolla. El mercado Ralph´s, también en la Jolla, vende comida Kosher.
Continuando con el Rabino Ephraim y su familia: Chaya Mushka, la niña Adina y la bebita Ruth. Se supo que la familia entera se fué en un viaje a San Felipe, que son 5 horas de ida y 5 horas de regreso y también a La Paz lo que toma un día entero tanto de ida como de venida. Varios miembros de la comunidad tuvieron curiosidad e inquirieron la razón de dichos viajes. El Rabino Ephraim contestó: “Ahora ya les puedo contestar, estábamos buscando una Mikveh. Las playas circunvecinas están a la vista y no tienen privacidad, por ende no pudimos usarlas, pero tanto en San Felipe como en La Paz hay áreas apropiadas. No nos fué posible usar las Mikvaot de San Diego, ya que mi esposa no puede ingresar a los E.E.U.U.”. Se aclararon las razones de los viajes. Algunos de nosotros sentimos que había una necesidad de que hubiera una Mikveh Kosher dentro del Centro Social Israelita ya que no era posible que si la Rebetzen no podía ingresar a los Estados Unidos porque un oficial de inmigración se lo impidió, ella tuviera que hacer viajes tan pesados.
La idea de construír una Mikveh era la única solución viable.
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