Hay temas que no se pueden minimizar;
Hay temas que no se pueden tergiversar sin quitarles todo su peso;
Hay temas que ningún político – y menos aun un israelí- deben tratar de manipular para ganar posiciones políticas.
Hoy Netanyahu descubrió que si hay un tema así y que es el Holocausto.
Hoy Netanyahu tuvo que sufrir la vergüenza mundial de que un líder alemán le corrigiera su afirmación y le enseñara un poco sobre la Historia de los judíos en general y la del Holocausto en particular.
Qué vergüenza deben sentir los israelís al saberse corregidos por los alemanes en cuanto, nada más y nada menos, que la historia de los judíos.
Qué vergüenza debe sentir el sistema educativo israelí en general y Yad Vashem en particular que aun no se declaran claramente sobre el tema para evitar su tergiversación por motivos políticos.
Qué vergüenza deben sentir quienes han apoyado a capa y espada a un Primer Ministro que ahora demuestra que sus exageraciones no tienen limite pero sobre todo que furia deberíamos sentir todos por lo sucedido.
Furia porque el señor Netanyahu decidió utilizar al Mufti para caricaturizar a los palestinos igual como los alemanes nos caricaturizaron a los judíos en los años treinta. Qué vergüenza deben sentir quienes con su silencio, con su no voto, con su emigración fuera de Israel, con su apatía, han permitido que haya un Primer Ministro que no tiene límites en sus esfuerzos por provocar y diabolizar a sus “enemigos” palestinos.
¿Cree Usted que es casualidad que al mismo tiempo que estos discursos vuelan por los medios israelís y los del mundo un grupo de israelís de religión judía linche a un refugiado eritreo en las calles de Tel Aviv ya lo haga por el miedo y el odio que las palabras han provocado?
Pero peor que todo esto es el hecho de que, les puedo asegurar que, a partir de hoy, en todos los sitios de Internet dedicados a minimizar y negar el Holocausto los nuevos (y viejos) nazis van a citar, nada más y nada menos que al Sr. Netanyahu para “demostrar” que Hitler solo quería “trasladar a los judíos” hasta que conoció al maloso del Mufti que lo convenció, le dio la idea, lo inspiró para quemarlos.
¿No lo cree Usted? empiece a visitar sitios antisemitas y vera como pronto resonarán las palabras mal habladas de un político israelí para justificar el cambio de la Historia.
Negar lo que dijo es inconsecuente.
El hecho registrado en todo el mundo es que ante el Congreso Sionista Mundial Netanyahu exculpó a Hitler y así se ha grabado, lo demás son detalles finos.
Aunque claro hay una solución, simple, directa y de tajo:
Netanyahu y quienes han repetido y justificado su mensaje deben renunciar de inmediato para que, al igual que su afirmación también quede grabado que, igual como Alemania no permite que se retuerza la Historia, los israelís también son capaces de confrontar su realidad.
La renuncia de Netanyahu seria la única forma de demostrarle a los negadores del holocausto de futuro que cuando alguien trata de negarlo o reinventarlo o reacomodarlo los “cuidadores de la verdad” no se lo permitirán.
Si Yad vashem es una institución honorable y verdaderamente dedicada a preservar la memoria correcta del holocausto tiene la obligación de declarar, de inmediato non-grato a Netanyahu,
El Congreso israelí debe de inmediato pedir su renuncia y declarar tajantemente su lealtad a la verdad por encima de intereses políticos.
Quien no comprenda la tremenda gravedad de lo que sucedió debe ponerse a leer historia y guardar silencio porque usar el Holocausto para fines personales políticos, instigar a la violencia tratando de diabolizar al enemigo es lo contrario a Tikun Olam.
Si yo creo que la única solución honorable, la única solución que podrá evitar la creciente contaminación del tema es la renuncia de un Primer Ministro que ha perdido toda credibilidad.
Y no quiero parecer sarcástico pero mientras crece la lista de quienes consideramos esto un crimen de lesa humanidad también crece la lista de quienes están felices con Netanyahu y sus afirmaciones entre los que seguramente destacan el propio Mufti que desde su tumba le agradece a él haberlo convertido de nada en héroe en solo un día; también felices están los terroristas que ahora ya tienen, a un nuevo “héroe” que reemplace la desgastada imagen de Arafat y sus secuaces; Agradecido esta Abbas que ahora puede argumentar que Netanyahu es un exagerado (“vea como hasta tergiversa el tema que según el era sagrado”);y ni que decir del ayatolá Khomeni a quien apenas unos días Netanyahu acusaba – quizás hasta con cierta razón- de estar preparando un nuevo Holocausto y que hoy podrá decir que el está preparando un Holocasuto tanto como el Mufti inspiró a Hitler.
Por favor, Sr. Netanyahu, mientras más veo las repercusiones de esta declaración – que no fue accidental ya que unos días antes empezaron a pregonarla sus enviados directos en Nueva york – más me convenzo de que solo su renuncia permitirá salvar el día, salvar el tema, salvar la credibilidad que un gobierno israelí debe tener y salvar la dignidad de todas las instituciones israelís que no han tenido el valor de denunciarlo ante el temor de perder sus subsidios.
Ojalá Usted también piense lo mismo y decida retirarse de la luz pública y dejar que el oxigeno regrese al gobierno de Israel y con el quizás, la paz que Usted ya no tiene la credibilidad ni la imagen necesaria para alcanzar.
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