El Rey Mono Grupo de Danza de Shen Yun es un performance recreado con inusitada belleza creativa, sumándole a esto el talento profesional de los componentes del grupo de bailarines. En esta presentación se han reunido otras artes, entre sí, la envergadura coreográfica, escenografía, diseño de vestuario, la decoración, y ese hechizo insuperable otorgado por la música entre compases perfectos.
Para quiénes son ejecutantes habréis logrado transmitir vínculos de reencuentro absoluto con nuestro yo interior, personificado por El Rey Mono y quizás quién sabrá, nos ha llevado a resolver enigmas escondidos sigilosamente en nuestras existencias, aquellas respuestas a frecuentes demandas relativas al ser y al existir. Entregándonos algunos mutismos vinculables a la inmortalidad, a la vida y a la conquista apreciada de esa quizás escurridiza felicidad dedicada por este medio contemplativo visual que nos ofrece este grandioso espectáculo.
No dejemos atrás el elemento colorido del espectáculo que es simbolismo artístico por excelencia en China desde siempre adonde el movimiento de los bailarines engarzando nuestros sentidos como velos hasta hacernos flotar sobre una nube mágica inhalando este gran mensaje de paz escrito en esta obra Viaje al Oeste y traspasado explícito, retomando aquella sabiduría milenaria que es expuesta por el Monje Tripitaka así se contrarrestase la agresividad que asfixiá este mundo actual. ¡No!.. Es la respuesta en supremacía voluntad de una contestación que debería ser humana continua, es ese modo de alejar el mal para albergar el bien algo que podría pasar hacer primordial en una existencia.
Las aventuras del Rey Mono entregan aquella reflexión haciéndonos llegar a la esencia de purificar nuestro espíritu creando el equilibrio de estar bien consigo mismo como igualmente con los demás. Es el silencio de los personajes que recorren nuestros propios silencios tocantes que se envuelven en la danza de volantes y mágicos pliegues coreográficos para acaparar nuestros pensamientos y cristalizar pureza sublime, todo es mágico y hechizado siguiendo el camino del caminante enriqueciendo minutos, pequeños detalles regalados a nuestra vida. Salir sin dejar atrás este espectáculo es no alejar tradiciones milenarias más aun es incorporarlas a nuestra vida para complementarla con sabiduría y paz interior, para ser mejores Gracias a El Rey Mono, por ese deleite.
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