Berg y Thal, Revolucionarios del Alzheimer, Segunda y última parte

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Una vez ya bien definidos los parámetros clínicos de la enfermedad de Alzheimer por Leonard Berg, el paso siguiente era encontrar un posible tratamiento. Es en esta materia en donde nuestro segundo personaje se distinguió, pues no sólo fue el descubridor del primer tratamiento eficaz para el padecimiento, sino que bajo su dirección fue posible la creación de medicamentos subsecuentes. Como veremos, los estudios clínicos preliminares de casi todos los medicamentos hoy día en uso para el Alzheimer, fueron supervisados directamente por él.

León Joel Thal (1945-2007) nació en Brooklyn, Nueva York, E.U. Cursó sus estudios pre-médicos en la Universidad de Tufts en Boston, Massachussets y se graduó como médico de la Universidad Estatal de Nueva York, haciendo su Residencia en neurología en el Albert Einstein College of Medicine de Yeshiva University, Bronx, N.Y. Al terminar se le designa “Assistant Profesor” en esa universidad (1977), ejerciendo en ese cargo, funciones clínicas en los hospitales Jacobi, Lincoln y St. Barnabas, los tres en el condado del Bronx.

En el año de 1985, la Universidad de California en San Diego le otorga el puesto de “Associate Professor of Neurosciences” (profesor asociado de ciencias neurológicas) y cuatro años después es elevado a “Full Professor” (profesor completo) de las mismas. Para 1993, era Jefe del Departamento de Ciencias Neurológicas de esa institución, plaza que ocupó hasta su muerte, causada al estrellarse la avioneta que piloteaba.


El Dr. Thal se dedicó a la investigación de medicamentos que pudieran mejorar la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Desde temprano en su carrera, comenzó a experimentar con una sustancia llamada acetilcolina que existe en el cerebro para transmitir impulsos nerviosos (por eso, llamada “neurotransmisor”). La acetilcolina juega un papel importante al permitir el transporte de los estímulos nerviosos de una célula nerviosa a otra, permitiendo actividades cognitivas, incluyendo la memoria. Pero debido a los cambios anatómicos en los pacientes con Alzheimer, la acetilcolina no puede llegar bien a las terminaciones nerviosas y por lo tanto, la transmisión de los estímulos nerviosos se encuentra disminuida. Thal propuso la hipótesis de que si se pudiera aumentar el nivel de acetilcolina en el cerebro de estos enfermos, quizá sus funciones de memoria mejorarían. Precisamente, experimentó con los medicamentos que producen acetilcolina (llamados “colinérgicos”) que se conocían en ese entonces, pero desafortunadamente, fueron poco benéficos y produjeron efectos colaterales severos.

Ahora bien, en el cerebro existe también una sustancia llamada colinesterasa la cual se encarga, de eliminar el exceso de acetilcolina. En otras palabras, la colinesterasa es el destructor natural de la acetilcolina. Al Dr. Thal se le ocurrió la brillante idea de aumentar la acetilcolina en forma indirecta: pensó que quizá, si pudiera eliminarse la colinesterasa en estos pacientes, su acetilcolina natural se acumularía, mejorándose así, como hemos dicho, la memoria. Su teoría de “destruir al destructor” (de la acetilcolina) fue probada con medicamentos llamados “inhibidores de la colinesterasa” y su razonamiento resultó correcto, pues al usar el compuesto llamado Tacrina en un grupo piloto de pacientes, los resultados fueron sorprendentes. Este medicamento fue aprobado en 1993 por el Food and Drug Administration (FDA la agencia gubernamental norteamericana encargada de certificar alimentos y medicamentos) y el Dr. Thal pasó a la historia como el descubridor de la primera medicina útil en la enfermedad de Alzheimer.

A pesar de ser efectiva, desgraciadamente, la tacrina presentó también efectos colaterales (principalmente náusea) y hubo que continuar la búsqueda de un medicamento sin ellos. Como investigador principal del Alzheimers Disease Cooperative Study (ADCS- Estudio Cooperativo de la Enfermedad de Alzheimer), el Dr Thal fue líder en el desarrollo de nuevas generaciones de medicamentos inhibidores de la colinesterasa. El segundo medicamento en salir al mercado ya con menos efectos secundarios fue el Donepezil (1996), el tercero la Rivastigmina (2000) y el cuarto, la Galantamina (2001), todos estudiados bajo intervención directa de nuestro personaje.

El ADCS mencionado es un conjunto de 40 centros de investigación del Alzheimer que recibe financiamiento gubernamental para la experimentación y análisis de medicamentos para el mejoramiento de esa enfermedad. Thal no sólo estuvo a la cabeza de los experimentos citados, sino que fue el coordinador administrativo de la agencia desde 1994 hasta el día de su muerte.

Thal siendo jefe del ADCS, transformó con el tiempo sus objetivos, pues en un principio, el enfoque era el mejoramiento de la memoria, pero ya después, hizo esfuerzos para el descubrimiento de medicamentos que mejoraran otros síntomas de la enfermedad, tal como el deterioro de la apariencia misma de los aquejados. Por ejemplo, se comprobó que la vitamina E es útil en el tratamiento de estos pacientes. Posteriormente se crearon fármacos tales como el Namenda, que trabajan en el cerebro en forma diferente a lo que dijimos con respecto a la colinesterasa. Antes de morir, hacía estudios con respecto a la regeneración de células cerebrales; entre otras cosas, demostró que el injerto de células nerviosas en ratas, producía mejoramiento de memoria en ellas. Lástima que su vida fue acortada, pues dijo que lograría resultados similares en humanos en menos de una década.

En el 2004, Thal recibió el premio Potamkin, considerado universalmente como “el premio Nóbel” de las ciencias neurológicas. Ese mismo año fue escogido por el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, como inspector del Instituto de Medicina Regenerativa de ese estado. A su temprana muerte, era el investigador de Alzheimer más prominente del planeta, habiendo manejado ya más de 100 millones de dólares federales en el ADCS y publicado más de 300 artículos científicos. Fue miembro del consejo editorial de 7 revistas de neurología, miembro de la junta de directores de la Asociación Nacional de Alzheimer, consejero del National Institutes of Health, del Food and Drug Administration, del Veterans Administration (servicios médicos a los veteranos de guerra), del National Science Foundation (Fundación Nacional de Ciencias) y del National Institute on Aging, todos en su país natal.

Finalmente, nuestro protagonista intervino en la creación de programas de investigación del Alzheimer a escala internacional. Como ejemplo, el gobierno chino lo comisionó para que en Beijing organizara esquemas para la búsqueda de tratamientos. Asimismo, dio enseñanza a docenas de científicos en el mundo entero en esta área.

Leonard y León, pioneros innovadores del Alzheimer. Sus nombres tan parecidos y sus muertes tan cercanas, aportaron las bases para permitir que algún día los pacientes tengan posibilidad de recordar -a pesar de su enfermedad- a estos dos médicos que tanto hicieron por ellos.

Acerca de Dr. Zvi Avigdor

Se gradúa de médico en México con mención honorífica en la UNAM y cursa su internado y residencia en pediatría, en los hospitales del Albert Einstein College of Medicine en Nueva York. Su historia como profesionista en medicina en vasta llegando a ser varias veces Director de afamados nosocomios en los Estados Unidos.Actualmente practica la medicina privada y es miembro de la Academia Americana de Pediatría además de consultor.Sus escritos han sido publicados en Contemporary Pediatrics y Pediatrics in Review y tiene ya varios años colaborando en "Foro", dando a conocer las biografías de personajes destacados de origen judío en la medicina mundial.

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