La agenda del presidente incluye sendas visitas a Washington y Nueva York para entrevistarse con Obama, con quien celebrará como invitado de honor la festividad de Hanuká. También participarán embajadores de la ONU de todo el mundo.
“Estos son días de gran inestabilidad regional y lejos de una situación de seguridad sencilla en Israel. Mi intención es discutir estos retos con el presidente Obama”, adelantó el presidente antes de abandonar Israel.
“No tengo ninguna duda de que la serie de entrevistas planeadas para este viaje servirán para fortalecer y hacer más profundas las relaciones entre nuestros pueblos”, aseguró Rivlin.
Además, el presidente israelí tiene previsto reunirse con altos cargos del Ejecutivo estadounidense e intervenir en una conferencia con el Instituto Brookings.
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