La última reedición de la Torre Bicentenario es un cúmulo da anomalías. Estudios de impacto ambiental y de tráfico hechizos, coimas a jueces y secretarios que se dieron a la fuga, demolición de la gasolinera que era patrimonio arquitectónico. Ensombreciendo el bosque con su desmedida forma, es ominosa nave a la deriva que apunta directo hacia el enfermo corazón ambiental de la capital de la República, con su proa ecocida.
Megatrón a las puertas de Chapultepec. Foto DG (como todas las demás imágenes, menos la siguiente y la última)
Seis años en MX son toda una eternidad, y la guerra por los recursos naturales de esta castigada ciudad se reanuda en 2014, como en los días lejanos del Ebrardato.
Monstruosa, opresiva pesadilla original. Foto Image Shack
La torre plantea más niveles de estacionamiento que ningún otro edificio en México, tal vez en el mundo. Bordea el Parque de la Luz donde en 2008 cayó el avión en donde viajaba Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación y brazo derecho de Felipe Calderón; forma parte de Chapultepec, y se ha descuidado deliberadamente para hacer más fácil la transición a una calle y túneles que propone la constructora.
El director del consorcio se llama Jorge Gamboa de Buen; fue director general de reordenamiento urbano bajo las órdenes de Manuel Camacho Solís. Principal gestor de un proyecto que planteaba cambios irreversibles en la zona de Polanco –a principio de los noventa, Era de Oro del Salinato– que hubiera convertido a esa parte de la ciudad en una zona de crecimiento exacerbado e irreversible, con todo tipo de giros comerciales. La acción vecinal detuvo el despropósito, por lo que el negocio ideado por Camacho fue súbitamente trasladado a la zona de antiguos tiraderos de Santa Fe: un monumento al desorden y al caos urbanístico y a Su Majestad el Automóvil atorado en eternos embotellamientos, totalmente desprovisto de corredores peatonales, para bicicletas y Áreas Verdes. El absurdo reality show ahora se repite. Recordemos que el regente de la ciudad, concertacesionador por excelencia, requería de apoyos para su carrera a la presidencia; también, que Marcelo Ebrard (el que abrió la esclusa especulativa con supervías de cuota, segundos pisos, rascuachielos y líneas del metro parcialmente clausuradas un año y medio después de ser inauguradas), entonces era secretario general de gobierno.
Pero volvamos al coyote y facilitador Gamboa. Pertenece a esa estirpe de burócratas y gerentes empeñados en levantar posmodernos Babeles rigurosamente descomunales, sin ningún orden ni concierto (cuyo principal avatar es hoy secretario mancerista de desarrollo urbano, el empresario inmobiliario Simón Neumann), y que aprovechó sus nexos con tiburones inmobiliarios para brincar a las Grandes Ligas de la IP como responsable directo de las obras que promovió cuando era funcionario del extinto Departamento del Distrito Federal.
Torre ya ruinosa, y apenas va a medias
La familia Daniel, dueña del consorcio promotor de la torre, es una de las más favorecidas por administraciones perredistas: con plazas construidas en el antiguo Parque Delta, Lindavista, Cuicuilco, Tezontles, Alameda y el antiguo Toreo junto al Periférico en el Estado de México. La estrecha relación con distintos jefes de gobierno no termina en el ámbito profesional. Elvira, hija de uno de sus fundadores, fue funcionaria del gobierno y ex candidata fallida a la Asamblea en el proceso interno de su partido.
Danhos le apuesta a lo grande. El popular poetastro de la hipertrofia desarrollista Rem Kolhaas, apóstol de la grandiosidad y gigantismo sin freno a costa del sacrificio de espacios urbanos contextuales, ideó el féretro invertido Jumbo que inmortalizó el cartonista Francisco Calderón, y que no pudo construirse ante la oposición vecinal y de políticos ajenos a las tribus perredistas. La versión que ocupa el lugar del rascacielos propuesto por el holandés es más pequeña, pero igual de pretenciosa. La nueva versión fue encomendada a Teodoro González de León, quien ya había trabajado para el consorcio en el centro comercial Reforma 222 de la Colonia Juárez, terrenote donde se hallaba una antigua casona porfiriana de la cual sólo se conservó, torpemente embadurnada al horrendo cuerpo de una de las murallas, la fachada semidestruida. Ínfima concesión al inmueble que le precedió.
Lo que apenas queda de la gasolinera. Danhos demolió el resto, a pesar de que se había comprometido a conservar el cuerpo de la misma
Lo mismo sucede en Pedregal 24, donde apenas una fracción de la gasolinera diseñada y construida por Kaspéapenas se ha conservado, como un mínimo ornamento. Faltan cronistas futuros de la debacle, que documenten cuándo y cómo se perdió para siempre la ciudad de hermosos bosques, parques y camellones colmados de árboles adultos y sanos. Que nos indiquen los caminos torcidos que llevaron a la decisión del ex juez Álvaro Tovilla, el mismo que otorgó un amparo tramposo –obtenido según las evidencias mediante cuantiosa mordida- contra el Programa de Desarrollo Urbano de la Miguel Hidalgo al dueño anterior del predio Alfredo Porraz Ortiz de la Huerta. Uno en donde las y los vecinos no fueron contemplados como terceros perjudicados. Porraz vendió el terreno donde se encontraba la gasolinera diseñada por el arquitecto francomexicano Vladimir Kaspé a Danhos.
De este lado del Periférico, plántulas desechables donde había Árboles de sombra…
…y varitas esmirriadas. Valiente ‘mitigación’ del daño
Del otro, como es ya costumbre en todo el DF, palmeras hirsutas o secas
Para el caso de los accesos directos hacia Reforma y Periférico que sacrificarían al Bosque, por supuesto que las y los vecinos de la Colonia Molino del Rey no fueron consultados (¿cuándo lo han sido?), ni reconocen el visto bueno avalado sólo por una representante vecinal comprada -o en el mejor de los escenarios, pésimamente informada- de sus peores impactos.
Por aquí pasaría vaso comunicante al Periférico, arrasando con los árboles
Como ocurrió en el sexenio pasado, los mismos intereses privados que promovieron la expropiación de una parte de Chapultepec en Periférico, buscan agandallársela para que corran en su lugar ríos coagulados de tráfico. Total, el lugar está muy descuidado [a propósito, claro está], y según este falso esquema de ‘rescate urbano’, sólo la iniciativa privada podrá rehabilitarlo. Será el definitivo golpe mortal a una zona que padece crecientes problemas de tráfico, intensificados por la construcción de esta contrahechura cuyas ondas expansivas afectarán la calidad de vida en toda la demarcación, y el futuro de la ciudad entera. El más reciente capítulo de la entrega de nuestro espacio público a empresas insaciables, y sus compinches.
Árboles sanos, talados por encargo, para justificar la ‘necesidad’ de la vía
Un par de años antes del fiasco Bicentenario, Marcelo Ebrard ya presumía (como lo hizo por cierto con la Línea 12, que tantos dolores de cabeza ocasiona a 400 mil usuarios después de la suspensión indefinida de 11 estaciones diseñadas a las carreras y con riesgos evitables) que en la ciudad que gobernaba fluían capitales que la colocarían a la vanguardia de las urbes en Europa, Asia o América del Norte. No contó con la decidida –e informada- oposición de diversos sectores ciudadanos que entendieron que una propuesta con esas características era inviable, faraónica y a todas luces suicida.
Veneno. La ominosa sombra de la #TorreChueca
Antídoto. Incontenible fuerza ciudadana
Hoy como hace seis años, la empresa de marras y sus aliados en el gobierno desean presentar una nueva ocurrencia como si fuese hecho consumado. Nada más alejado de la realidad. Como en el 2008, vecinos, defensores del medio ambiente y ciudadanos preocupados por esta nueva vuelta de tuerca autoritaria permanecen en pie de lucha. No permitirán el nuevo ultraje. Lo intentan otras constructoras gángster como Hircasa en el Parque Reforma Social, enviando a cientos de porros o golpeadores profesionales para colocar vallas y así cercar la hermosa área verde en esa colonia adyacente a Avenida Palmas, y se ha detenido la masacre de árboles patrimoniales. En el conflicto participan innumerables depredadores que cuentan con el apoyo de otros jueces corruptos, y cercan amplias secciones de la Tercera Sección de Chapultepec (ver el fraude en ciernes en Montes Apalaches). Pero gracias al apoyo y fuerza de ciertos sectores de la población exigentes e informados, junto con medios solidarios y redes sociales, es de esperarse que tampoco prevalecerán. Para garantizarlo, debemos unir fuerzas y cerrarle el paso a la entrega de otro apetitoso bocado -para desarrolladores ecocidas- del histórico Bosque que nos pertenece.
Un ejemplo internacional, entre muchos. Roble del Tratado en Jacksonville, Florida. Salvemos nuestros árboles urbanos
falsedad de imagen, ese edificio no se llama así, es la torre de Danhos y tampoco la estructura final es de esa forma! Falso