Se trata de que puedas quitarte de los ojos la venda del trabajo y la tecnología por 25 horas.
Se trata de que apagues tu celular por 1 día
Se trata de que no vivas la vida a través de un cristal, sino en vivo y a todo color.
Se trata de ver la posibilidad de estar contigo mismo, de quitarte el miedo que conectarte con tu yo interior.
Se trata de poder estar en el 100% de tu tiempo y tu capacidad para conectarte con tus seres queridos, ésos que son las personas más importantes para nosotros en el mundo.
Se trata de estar cercano a la gente que está sentada contigo en la mesa.
Se trata de conversar.
Se trata de descansar.
Se trata de cantar
Se trata de que invites a un amigo y convivas con él o ella hasta que el sueño te detenga.
Se trata de dejarte invitar por alguien que quiere compartir la belleza de un día completo contigo.
Se trata de ir caminando con tu familia al templo que te quede más cerca, quizás no forzosamente el de tu comunidad o al que regularmente asistes.
Se trata de formar parte de una cadena interminable de personas, formando parte de un pueblo unido en todo el mundo.
Se trata de haber hecho mucho en un solo día, sin haber hecho nada.
Se trata de que uses toda tu fuerza interior para detener el mundo, y que logres bajarte de su incesante velocidad. Sólo por 25 horas.
Se trata de que todos los judíos del mundo, unidos, cuidemos un solo Shabat este 23 y 24 de octubre.
¡Únete!
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