Día del Holocausto – Yom HaShoá
יום השואה והגבורה
La extraordinaria historia de la comunidad judía de Zakynthos
Queridos amigos:
El destino de los residentes judíos de Zakynthos, Grecia, es un poderoso ejemplo de lo que puede suceder cuando una comunidad entera elige la acción sobre la indiferencia, a pesar de los riesgos.
En septiembre de 1943, los barcos de la muerte nazis hacían paradas en los puertos de las islas Jónicas. Habían apresado a 2.000 judíos de Corfú en sus bodegas y otros 400 de Cefalonia, y se dirigían a Zakynthos. La misión de los escuadrones de las SS era reunir a todos los miembros de la comunidad judía de Zakynthos en la región y enviarlos a la ciudad portuaria occidental de Patra, donde serían trasladados a los trenes hacia Auschwitz.
En Zakynthos, el comandante de los nazis ordenó al alcalde Loukas Karrer que presentara una lista con los nombres de todos los judíos que vivían en la isla, junto con los detalles de sus bienes. Tenía 24 horas para hacerlo. El alcalde Karrer llamó al Obispo metropolitano Chrysostomos por su ayuda. Mientras el Obispo negociaba por sus vidas, la mayoría de los judíos de la isla huyeron a las aldeas montañosas remotas, donde estaban ocultos por sus compatriotas griegos cristianos. El Obispo y el alcalde informaron al líder de la comunidad judía, el rabino Isaac Ganis, de los planes alemanes, lo que provocó una operación masiva para ocultar a los judíos de la isla en aldeas, granjas y hogares de cristianos.
Tanto el alcalde Loukas Karrer como el Obispo metropolitano Chrysostomos regresaron al comandante nazi con un sobre antes de que expirara el plazo. El comandante abrió el sobre, pero el papel contenía solo dos nombres: el del Obispo y el del alcalde. El Obispo Chrysostomos dijo entonces: “Aquí están tus judíos”.
El comandante nazi estaba aturdido. Envió un mensaje urgente a Berlín solicitando nuevas órdenes. Un año más tarde, el alcalde Loukas Karrer y el Obispo metropolitano Chrysostomos desafiaron nuevamente otra demanda para deportar a los judíos de Zakynthos, salvándolos. En los meses que siguieron y hasta la partida de las tropas alemanas, nadie traicionó a los judíos de Zakynthos, nadie confesó saber dónde se escondían y, como consecuencia, ni un solo judío de los 275 que vivían en la isla fue deportado a los campos de concentración – a diferencia del 80% de los judíos en Grecia que fueron asesinados en el Holocausto.
Nuestras acciones frente a la injusticia y al odio siempre son importantes. La gente de Zakynthos y sus líderes políticos y religiosos, el alcalde Loukas Karrer y el Obispo metropolitano Chrysostomos, lo demostraron.
En esta hora de dolor y de memoria de todo lo inconmensurablemente perdido, quiera Dios que sepamos ser dignos continuadores del mensaje de vida y de acción que los asesinados y los sobrevivientes nos legaron, multiplicando la vida judía por doquier a través de nuestra decidida acción en todas las comunidades judías del mundo y en nuestro magnífico Centro, el Estado de Israel. Quiera Dios bendecir a los Justos de la Tierra y a sus familias, arriesgando sus propias vidas por el bien y lo justo.
Quiera Dios que sepamos recordar a las comunidades judías arrasadas de cuajo bajo la garra de los asesinos, evocando lo extraordinario de sus vidas, de su producción y de su creación.
¡Dios proteja al Estado de Israel!
Que las memorias de los 6.000.000 de asesinados
sean siempre benditas, recordadas,
honradas y perpetuadas por nuestras obras de bien.
¡JAZAK VE’EMATZ!
RABINO CARLOS A. TAPIERO
Vice-Director General & Director de Educación
Unión Mundial Macabi
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