“Describe bien tu aldea y serás universal”
León Tolstoy
No se diga en Estados Unidos, donde siempre han existido obras de teatro y películas con personajes judíos o situaciones muy identificadas con la idiosincrasia judía. Algunas palabras en Yiddish están incorporadas a la cultura y las dicen incluso quienes no son judíos, pero que han servido bien para expresar algo que de otra manera ya se siente pobre o sin el sabor que la situación merece. Un Woody Allen quien sería en el cine el que parte el queso del paradigma judío americano; otros como Bashevis Singer, y más recientemente Phillip Roth, quizás lo sean en la literatura, o el ganador de un premio Pulitzer, Art Spiegelman en novela gráfica sólo por citar unos poquísimos ejemplos de enorme creadores quienes han abierto al gran público esas puertas de lo que ocurre o de lo que siente un judío dentro de su cabeza cuando se cocina en una salsa peculiar del hijo, nieto o bisnieto del inmigrante, en un contexto que sí, cada vez se integra más en la cultura del lugar.
En muchos sentidos que esto pase en Estados Unidos lo entendemos por ser un país de inmigrantes y donde que uno sea diferente no merece mayor atención, pero… ¿y en México? ¿Podemos mostrar la peculiaridad y la otredad que significa ser un judío mexicano? Los ejemplos de Susana Alexander con sus madres judías y en el cine más recientemente con Morirse está en hebreo o Cinco días sin Nora, dos modelos de una inquietud por mostrar qué sucede a puerta cerrada para el gran público que se pregunta ¿y estos qué? O ¿y estos cómo?
Todo esto porque, con muchísima más sencillez, discreción y no tanta pretensión, se estrena por estos días las obras breves que integran el proyecto Frag/mentos de la Fundación Davar, bajo la dirección de Hugo Yoffe.
Frag/mentos, como los pedazos que integran una pieza mayor, son tres obras de no más de treinta minutos de duración las que se presentan en una función de máximo hora y media en total y que no tienen un sentido didáctico, ni procura el estereotipo, no tienen una intención apologética o de alabanza, y no necesariamente están presentadas en forma realista, de hecho en esta ocasión particular recurren al drama, a la comedia y a la farsa, al teatro, para decirlo pronto. Con actores profesionales y ojo, tres directoras mujeres quienes nos permiten atisbar un reflejo que dice ¿Así somos? ¿De verdad? …Quizás.
Esta es una invitación principalmente a divertirse, a pasarla bien, a disfrutar una anécdota peculiar sobre las paradojas de la kashrut, en K de Jaime Tiktin; a develar el misterio de la identidad en Cena para noctámbulos de José Appo; o presenciar las extravagancias de un organizador de bodas fabulosas en El Gío de Jacobo Levy Parra.
Es una apuesta muy disfrutable por el contenido diverso, lúdico y original de los textos.
¿Es un riesgo? Sí. Siempre mostrarse lo es, sin embargo hay impulsos creativos que no se deben contener cuando lo que se dice tiene honradez y tiene espíritu, cuando la voz tiene verdad y el peso de las palabras sostienen su decir.
Frag/mentos O por qué la pareja y la familia funcionan en reversa, se presenta a las 8:30 P.M. los martes de octubre, noviembre y el primer martes de diciembre. Foro Shakespeare, Zamora número 7, Col. Condesa.
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