- Palabras para la conmemoración del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto – Marcia de Castro
- Museo Nacional de Antropología e Historia, 27/01/2014
- Dr. Raúl Plascencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
- Sr. Salomón Achar, Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía en México, A.C.
- Dra. Stephanie Kurian, Vicepresidenta de la Asociación Yad Vashem
- Señor Peter Katz, Sobreviviente del Holocausto
- Representante de la Embajada de Israel en México
- Funcionarios de Gobierno,
- Representantes de organizaciones de la sociedad civil y academia,
- Colegas de ONU México,
- Amigos de distintos medios de comunicación.
Buenas tardes.
1. Introducción
En nombre de ONU México es un honor estar hoy en tan importante evento. Agradezco a la Comisión Nacional de Derechos Humanos la invitación.
Hoy honramos la memoria de millones de personas, hombres, mujeres y niños – asesinados brutalmente hace siete décadas por el simple hecho de ser Judíos, Gitanos, Eslavos, Testigos de Jehová, homosexuales, por tener algún tipo de discapacidad o ser un oponente político.
Hoy es por tanto un día para reafirmar nuestro compromiso con los Derechos Humanos.
También para recordar.
Recordemos hoy y siempre al Holocausto como un evento que pone de relieve los peligros del antisemitismo y el odio de cualquier tipo. Un hecho en la historia de la humanidad que nos obliga a condenar sin reservas cualquier manifestación de intolerancia, acoso o violencia contra personas o comunidades, dondequiera que tengan lugar.
2. La educación como prevención del genocidio
Y nuestra experiencia demuestra que…. La educación sigue siendo el principal eje para enseñar a los niños, las niñas y los adolescentes el sentido de responsabilidad y que construyan sociedades que protejan y promuevan los derechos de todos los ciudadanos.
También es necesario inculcar a estas generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto para prevenir actos de genocidio en el futuro y combatir el odio, la intolerancia y la discriminación.
En el ámbito de la ONU, y como mencionado por el Secretario General en el marco de su visita Auschwitz, la lucha contra el odio es una de las misiones fundamentales de las Naciones Unidas.
Nuestros mecanismos de derechos humanos trabajan para proteger a la gente. Nuestros tribunales especiales se esfuerzan por combatir la impunidad, administrar justicia e impedir las violaciones. El asesor especial sobre la prevención del Genocidio y el asesor sobre la Responsabilidad de Proteger buscan por todo el mundo elementos precursores e crímenes atroces. Nuestra iniciativa Rights Up Front tiene por objeto fortalecer la pronta adopción de medidas para prevenir los abusos graves de los derechos humanos.
Otro ejemplo de nuestra lucha contra el odio es la declaración por UNESCO de Auschwitz-Birkenau, Campo de Concentración y Exterminio Alemán Nazi, 1940-1945, como Patrimonio de la Humanidad en 1979. Esto, “como evidencia del esfuerzo inhumano, cruel y metódico de negar la dignidad humana a grupos considerados inferiores”. Sólo 3 enclaves son también Patrimonio de la Humanidad por razones similares:
Hiroshima, Nagasaki y Rhode Island.
3. Derechos Humanos y discriminación en México
El Holocausto muestra hasta qué extremos puede llevar el odio. Nos recuerda, además, que a la locura de algunos, a menudo le siguen la ignorancia y la indiferencia de otros, que por desconocimiento, no aciertan a ver las señales que anuncian la violencia radical.
Este riesgo sigue existiendo.
En nuestra realidad mexicana, se han realizado importantes esfuerzos contra la discriminación desde el ámbito legal, institucional y social. Un ejemplo de ello, la incorporación, hace 10 años, del derecho a la no discriminación en el artículo 1° de la constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Sin embargo, este fenómeno aún está presente en diferentes expresiones de nuestra vida cotidiana, tal y como muestra la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México.
Permítanme detenerme y exponer algunos ejemplos de los grupos más afectados por ella en este país:
Población indígena: En México, 6 millones 700 mil personas de 5 años y más hablan alguna lengua indígena1. Históricamente se les ha prejuiciado y estigmatizado por su apariencia física, lenguaje, cultura y tradiciones. Esto los ha excluido en distintos ámbitos y, sobre todo, de la posibilidad de ejercer sus derechos.
Mujeres: La discriminación contra la mujer viola los principios de igualdad de derechos y el respeto de la dignidad humana. Sin embargo, su participación en las mismas condiciones que el hombre en la vida política, social, económica y cultural, aún no es paritaria. Por ejemplo, a pesar del progreso alcanzado en los últimos años, y que actualmente la representación parlamentaria de las mujeres es la mayor de la historia de este país (37% en la Cámara Baja y 33% en el Senado), aún estamos muy lejos de la paridad. Esto es especialmente notable en el ámbito local, donde sólo un 7% de las presidencias municipales están ocupadas por mujeres. La máxima participación de la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre y en todos los campos, es indispensable para el desarrollo pleno y completo de toda sociedad.
Jóvenes: 32.5 millones de personas, casi un tercio de la población total de este país tiene entre 15 y 29 años de edad. Individuos únicos que representan el presente de México. Sin embargo, según la última encuesta de CONEVAL, el 53.8% de la población menor de 18 años es pobre o pobre extremo. Adicionalmente, la juventud mexicana enfrenta otras situaciones que condicionan su crecimiento personal y sus perspectivas de vida como son: La calidad de la educación, la delincuencia y la violencia, el embarazo adolescente, la falta de acceso a oportunidades de empleo, la discriminación, la trata de personas y el acoso escolar o bullying.
las personas con discapacidad, la población LGBT, los adultos mayores y los migrantes igualmente son discriminados. También, muchos niños y niñas, hombres y mujeres, son discriminados por su credo religioso.
Cierre
Porque nadie puede quedar indiferente hacia este tema, el recuerdo que hoy nos congrega es un medio de honrar la memoria de cada hombre, mujer y niño inocente víctima del Holocausto.
También, un instrumento para enseñar a las generaciones futuras la importancia de defender la dignidad y el valor de todas y cada una de las personas.
Comprometámonos a crear un mundo donde estas atrocidades no se repitan. Un mundo donde los derechos humanos se cumplan para todas y cada una de las personas del mundo.
En este sentido, reafirmo el compromiso de ONU México de colaborar con los gobiernos, las distintas organizaciones de la sociedad civil y de cooperación internacional para vincular nuestros esfuerzos a la lucha contra la discriminación y lograr resultados estratégicos, sostenidos en el tiempo y sustentables.
Gracias.
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