El profesor Nir Barzilai, director y fundador del ‘Institute for Aging Research at Yeshiva University’s Einstein College of Medicine’ (Instituto por la Investigación del Envejecimiento en la Universidad de Yeshiva en la Facultad Einstein de Medicina), tiene más motivos que el resto para creer que esto no está tan alejado de la verdad.
En estos días, Barzilai se encuentra supervisando pruebas clínicas llamadas “Atacando el Envejecimiento con Metformina” o TAME según sus siglas en inglés, que busca descubrir si la metformina, una medicación prescripta para diabetes, puede además atrasar la llegada de afecciones relacionadas con la edad, tales como cáncer, enfermedades cardíacas y deterioro cognitivo.
Las pruebas se encuentran en las fases finales de planeamiento y están buscando fuentes de financiamiento. El plan involucra administrar metformina a miles de personas mayores, algunas de las cuales sufren de las afecciones nombradas y algunas de las cuales tienen el potencial de desarrollarlas. A otro grupo de los sujetos, idéntico en su formación al otro, le será administrado un placebo.
Comparaciones entre ambos grupos (teniendo en consideración variantes como su dieta y hábitos fumadores) podrían probar si el fármaco puede retrasar el progreso de enfermedades, prevenirlas y aumentar la expectativa de vida.
Barzilai dijo: “El sistema inmunológico está dividido en instituciones, cada cual encargada de lo suyo: hay una institución para diabetes, otra para problemas cardíacos y otra para cáncer. La lógica detrás de esta estructura dice: trataremos la enfermedad con un medicamento y por lo tanto básicamente trataremos el envejecimiento. Pero lo que estamos diciendo es que debería ser: tratemos el envejecimiento y por lo tanto estaremos tratando la enfermedad”.
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