“La cerca fronteriza entre Israel y la Franja de Gaza separa un Estado soberano de una organización terrorista.
La cerca separa un Estado que protege a sus ciudadanos de los asesinos que exponen a sus compatriotas al peligro. La valla separa a un ejército que usa la fuerza en defensa propia y de manera concentrada y proporcionada, de Hamas, una organización que santifica el asesinato y la muerte, que durante años -incluido ayer- ha tenido la intención de dañar a millones de israelíes.
Cualquiera que erróneamente vea en este espectáculo asesino un ápice de libertad de expresión está ciego a las amenazas que enfrenta el Estado de Israel”.
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