Tiflis volvió a vivir un día festivo gracias a este Europeo Sub-19 y 44.338 personas estuvo presenciando estos cuartos de final, siendo un récord de asistencia en este torneo, aunque el resultado les terminase saliendo cruz. Se esperaba un partido duro para dos de las selecciones mejor trabajadas de Europa. Si bien es cierto que fueron protagonistas las defensas, de ahí el 0-0 en los 120 minutos, ambos equipos tuvieron dos talentos increíbles en ataque.

Los locales, a Davitashvili. Un soplo de aire fresco en cada ataque, la forma más rápida de avanzar metros con su conducción y el jugador más determinante de este grupo. Por su parte, en Israel, Gloukh, un jugador que a través del pase y el regate marca diferencias. Ninguno de ellos fue suficiente para batir dos líneas defensivas que han llamado la atención durante estas dos semanas.

En los primeros minutos sí lo hizo Davitashvili, pero resultó que su control se había ido por la línea de fondo antes de dar la asistencia. Había muchas ocasiones, pero ninguna realmente peligrosa. Sí en la segunda parte, con Israel cambiando de mentalidad. Empezaron a ser más agresivos y una buena jugada del mencionado Gloukh dio lugar a una ocasión para Gandelman, que se encontró con Mamardashvili. El portero del Valencia achicó muy rápido y pudo desviar el balón, aunque en el rebote el balón casi termina dentro.

Gagua, futbolista del Real Unión, tuvo un tiro muy claro desde la frontal del área pequeña en el 85, pero desaprovechó el pase atrás de Moistsrapishvili echándola alta. Israel, ya en la prórroga, respondió con otra ocasión clarísima por parte de Bilu. El mediapunta demostró su calidad con la zurda y rozó el gol dando al palo.

Llegados a los penaltis, fue Georgia la que falló. Mientras los israelíes anotaron todos sus lanzamientos, el de Gagua se encontró con Peretz y, el de Khvadagiani, al palo. Inglaterra o Portugal serán sus rivales el miércoles.