Diez cautivos israelíes y dos tailandeses fueron liberados en medio de informes de los medios de comunicación de que Qatar intentó mediar en un acuerdo de alto el fuego para poner fin a la guerra de Gaza en el que los 150 rehenes restantes serían devueltos, a cambio de la liberación de un gran número de prisioneros de seguridad palestinos.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich (Partido Sionista Religioso), rechazó rotundamente tales informes, explicando que no están sobre la mesa y que “no ha habido discusión alguna al respecto”.
Un acuerdo así, afirmó, “es un plan para destruir el Estado de Israel. Continuaremos [la guerra] hasta que, con la ayuda de Dios, logremos la victoria absoluta sobre los nazis de Hamas”.
Las conversaciones sobre un posible acuerdo para todos los rehenes, incluidos los soldados, se produjeron cuando el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, debía visitar la región en los próximos días y el gabinete de seguridad celebró una reunión nocturna en Tel Aviv.
Ya están en marcha conversaciones en Qatar para extender el acuerdo de rehenes más allá de su fecha de vencimiento del jueves, basándose en la fórmula por la cual Hamas libera a 10 rehenes israelíes en Gaza por cada 24 horas de tranquilidad.
Los funcionarios siguieron comprometidos con el acuerdo a pesar de que los palestinos en Gaza colocaron artefactos explosivos cerca de las tropas de las FDI en el norte de Gaza, en violación del acuerdo de rehenes, según la unidad del portavoz del ejército.
El mecanismo inicial por el que se liberan rehenes a cambio de una tregua en los combates comenzó el viernes a las 10 de la mañana y debía finalizar el martes, pero en el último minuto la guerra quedó en suspenso por otras 48 horas.
Como parte del acuerdo, Israel ha suspendido la vigilancia aérea sobre el enclave durante unas seis horas diarias para permitir que Hamas localice a todos los rehenes, que están retenidos en lugares separados por varios grupos diferentes. El Pentágono dijo que también detuvo su vigilancia de Gaza durante ese mismo tiempo.
El acuerdo y su extensión se han centrado en las 98 mujeres y niños que se encontraban entre unos 240 rehenes que Hamas tomó el 7 de octubre cuando se infiltró en el sur de Israel.
Hasta la fecha, 60 mujeres y niños rehenes han sido liberados. En virtud de un acuerdo separado, un ciudadano filipino y 25 tailandeses fueron liberados, al igual que un israelí que también tiene ciudadanía rusa. El mes pasado también fueron liberadas cuatro mujeres, dos de las cuales eran estadounidenses y otras dos israelíes.
Hay ocho niños todavía en cautiverio, entre ellos Ariel Bibas, de cuatro años, y su hermano Kfir, de 10 meses.
El martes por la noche, la única niña que fue liberada fue Mia Lemberg, de 17 años, que regresó cargando un pequeño perro blanco. Otros 10 israelíes serán liberados el miércoles por la noche.
El jefe del Mossad, David Barnea, estuvo en Qatar el martes, al igual que el jefe de la CIA, William Burns, y el jefe de la inteligencia egipcia, mayor general. Abbas Kamel discutirá una extensión del acuerdo, posiblemente hasta el domingo.
Una fuente dijo a Reuters que los jefes de espionaje estaban allí para “aprovechar el progreso del acuerdo de pausa humanitaria extendida e iniciar más discusiones sobre la siguiente fase de un posible acuerdo”.
Pero también se supone que están hablando de una resolución más amplia y de mayor alcance para la crisis de los rehenes y la guerra.
Discusiones con Qatar
El primer ministro Benjamín Netanyahu llamó a Barnea en Qatar para discutir la liberación de rehenes el martes, dijo su oficina, al publicar una fotografía de la llamada.
La cuestión de qué sucederá la próxima semana es particularmente grave, dado que sería necesario encontrar un nuevo mecanismo para liberar a los rehenes masculinos, en particular a los soldados.
Según el acuerdo existente, Israel acordó que por cada cautivo en Gaza que fuera liberado, liberaría a tres mujeres y menores palestinos encarcelados por delitos relacionados con la seguridad. Hasta la fecha, 180 prisioneros palestinos han sido liberados, entre ellos 30 mujeres y menores el martes.
Se espera que un mayor número de prisioneros y aquellos con delitos de seguridad mucho más graves, incluido el asesinato de israelíes, necesiten ser liberados a cambio de los rehenes masculinos.
La administración Biden está bajo presión de posiciones del Partido Demócrata y del público estadounidense para que apoye un alto el fuego permanente. Muchos miembros de la comunidad internacional y de los países árabes también han pedido el fin de la guerra, particularmente a la luz de las afirmaciones de Hamás de que más de 14.800 palestinos han muerto en la violencia relacionada con el conflicto en Gaza.
Los daños causados al enclave por los bombardeos aéreos de las FDI y el cierre por parte de Israel de sus dos cruces hacia la Franja también han creado una crisis humanitaria.
Israel ha insistido en que planea reanudar la guerra una vez que los rehenes sean liberados, para poder completar su campaña militar para expulsar a Hamás de Gaza. Se ha considerado que Hamás representa una amenaza existencial para Israel desde el ataque del grupo terrorista del 7 de octubre, en el que mató a más de 1.200 personas, quemó, desmembró y violó a sus víctimas.
Netanyahu dijo el martes que Israel estaba comprometido con las siguientes misiones: “Liberar a todos los rehenes, eliminar esta organización terrorista por encima y por debajo de la tierra y, por supuesto, que Gaza no debe volver a ser lo que era, que ya no volverá a ser lo que era. constituyen una amenaza para el Estado de Israel”.
Los aliados de Israel lo han presionado para que haga más para permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, a pesar de que, según los términos del acuerdo, unos 200 camiones humanitarios por día han entrado y se espera que sigan entrando al enclave. También advirtieron a Israel que debe hacer más para proteger a los civiles en caso de que se reanuden las hostilidades.
Estados Unidos está pidiendo a Israel que tenga mayor cuidado para proteger a los civiles y limitar los daños a la infraestructura en cualquier ofensiva en el sur de Gaza, dijeron altos funcionarios estadounidenses, en lo que equivale a un enfoque más directo para proteger a los palestinos.
El mensaje ha sido entregado desde Biden hacia abajo, dijeron los funcionarios a los periodistas en una conferencia telefónica.
“Hemos reforzado esto en un lenguaje muy claro con el gobierno de Israel: es muy importante que la conducción de la campaña israelí cuando se desplace hacia el sur debe realizarse de una manera que, en la medida de lo posible, no esté diseñada para producir un mayor desplazamiento significativo de personas. personas”, dijo un funcionario.
El problema en particular ha sido el elevado número de habitantes de Gaza, unos 1,6 millones en un enclave de 2,7 millones, que han huido de sus hogares debido a los bombardeos aéreos de las FDI.
“No se puede replicar en el sur la magnitud del desplazamiento que tuvo lugar en el norte. Será más que perturbador, estará más allá de la capacidad de cualquier red de apoyo humanitario”, dijo el funcionario, y agregó que “no puede suceder”.
Un funcionario estadounidense dijo que el primero de tres vuelos de ayuda realizados por el ejército estadounidense aterrizaría en el norte del Sinaí el martes, y que se planeaban dos más para los próximos días.
Los vuelos traerían artículos médicos, ayuda alimentaria y artículos de invierno que serían entregados por las Naciones Unidas.
Los funcionarios dijeron que las entregas de ayuda a Gaza se realizaban a unos 240 camiones por día, pero esto no era suficiente.
Dijeron que el esfuerzo tendría que recurrir a contratos comerciales para conseguir entregas de hasta 400 camiones por día y la parte estadounidense había estado discutiendo esto con Israel.
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