El Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó ayer, jueves, un informe que señala a Irán como “el principal Estado patrocinador del terrorismo en 2015, proveyendo una gama de
apoyos, incluidos el financiero, la capacitación y el equipamiento, a grupos de todo el mundo”, ya sea para los conflictos armados en Siria e Irak o los violentos atentados de la oposición chiíta contra las fuerzas de seguridad de Bahréin, que lo acusó de suministrarle armas y fomentar la agitación.
En tanto, la cantidad de ataques de ese tipo en el mundo se redujo el año pasado, por primera vez desde 2012: disminuyó un 13 por ciento a comparación de 2014, mientras que las muertes bajaron un punto más,
sobre todo en Irak, Pakistán y Nigeria, a diferencia de Afganistán, Bangla Desh, Egipto, Filipinas, Siria y Turquía, donde aumentaron.
Los datos recopilados por la Universidad de Maryland mostraron que hubo 11.774 atentados, con más de 28.300 muertos y unos 35.300 heridos, la mayoría de ellos atribuibles al Estado Islámico.
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