Estados Unidos está trabajando en varios frentes con el objetivo de presionar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que imponga sanciones más duras contra Irán, de acuerdo con un reporte del periódico Yediot Aharonot.
Un alto oficial del Departamento de Estado norteamericano afirmó que crece el temor entre los miembros de la administración Obama en vísperas del reporte de la OIEA (la agencia multinacional encargada de monitorear la no proliferación de armas nucleares), -que, según versiones extraoficiales, revelaría un considerable progreso en el desarrollo del programa militar nuclear de Teherán-, a publicarse en noviembre.
Según el rotativo, Washington teme que el informe de la OIEA dispare una ofensiva israelí contra las instalaciones nucleares de la República Islámica, que no estaría necesariamente en consonancia con los intereses de EEUU en la región.
El oficial dijo que la reevaluación de un ataque israelí sobre Irán se basa en varias maniobras que Israel ha llevado a cabo en los últimos años.
El gobierno de Obama está ahora ejerciendo más presión sobre Teherán para tratar de disuadir a Israel, para que no tome ese camino, señaló la fuente.
En este sentido, Washington está presionando a China y a Rusia que actualmente se oponen a que se publique el reporte de la OIEA. El informe podría abochornar a ambos países que rechazan firmemente sanciones más duras contra Irán.
El oficial estadounidense sostiene que es posible que el informe de la OIEA, sumado a la evaluación estadounidense de un potencial ataque israelí contra Irán, podría alentar a Rusia y a China a que apoyen la iniciativa de EEUU para profundizar las medidas punitivas contra Teherán.
Estados Unidos ha convocado al Consejo de Seguridad para que condene el intento de Irán de asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington.
Hace algunos días, fue informado que muchos israelíes están preocupados porque estiman que el primer ministro, Biniamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Ehud Barak, podría decidir un ataque contra los reactores atómicos de Irán. Estados Unidos teme que una acción como esa podría provocar un terremoto en la región.
Por su parte, el periódico New York Times informó de que Estados Unidos planea reforzar su presencia en el Golfo Pérsico tras la retirada de sus tropas de Irak.
El despliegue incluiría la reposición de nuevas fuerzas de combate en Kuwait, que podrían responder a un colapso de la situación en Irak o a una confrontación militar con Irán.
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