El Museo Metropolitano de Nueva York (MET) mantendrá en su colección un cuadro de Picasso que sus propietarios vendieron en 1938 para sufragar su huida de los nazis y que ahora reclamaban los descendientes, después de varias idas y venidas con la Justicia de EE.UU. hasta una Corte de Apelaciones.
“El Actor” perteneció al empresario judío alemán Paul Leffmann y a su esposa Alice entre 1912 y 1938, año en que vendieron esa obra para financiar su escapada de la Alemania nazi y luego de la Italia fascista, y la sobrina-nieta de la pareja, Laurel Zuckerman, administradora de su patrimonio, lo había reclamado sin éxito.
Una jueza federal desestimó en 2018 la demanda de Zuckerman para recuperar el Picasso, que fue donado al MET en 1952, al considerar que la administradora ofreció argumentos “insuficientes” para demostrar que Leffmann se había visto “coaccionado” por las circunstancias de la época para vender la pintura.
Zuckerman apeló la decisión y el juez Katzmann, de la Corte de Apelaciones de Manhattan, se reafirmó en que el Picasso se quede en el MET al “estar de acuerdo” con una referencia a la llamada “doctrina de negligencia procesal” que hace el museo, señalando que hubo “un retraso no razonable” en la demanda.
“Pese a los hechos de que la pintura era una obra significativa de un artista notorio, que fue vendida por una suma sustancial a un reconocido marchante de arte francés, y que ha estado en la colección del MET desde 1952, ni los Leffmanns ni sus herederos interpusieron una demanda por el cuadro hasta 2010”, expone el juez.
Aunque reconoce que es necesaria “alguna forma de justicia, aunque incompleta”, para las víctimas del horror nazi y sus descendientes, también subraya que los Leffmanns eran una “pareja financieramente sofisticada que ha hecho otras reclamaciones activa y exitosamente por otras pérdidas de la época nazi”.
“No es un caso en el que la identidad del comprador fuera desconocida al vendedor, o la propiedad perdida fuera difícil de localizar. Era una importante obra de arte de Picasso, no una pieza de arte desconocida”, indicó el juez.
Según se explica en el documento de la decisión judicial en 1938 Leffmann recurrió a un marchante al que había rechazado previamente e intentó “lograr el máximo dinero posible” de él asegurándole que otro negociador le ofreció 12.000 dólares por “El Actor”, que no aceptó.
Poco después, vendió el cuadro por ese mismo precio a la marchante parisina Käte Perls, que actuaba en nombre de otras personas y escapó con su familia a Suiza para después recalar en Brasil, periplo en el que la administradora alega que “dependieron de los 12.000 dólares” obtenidos por la transacción con el cuadro.
La obra, que se estima fue realizada entre 1904 y 1905, fue prestada al museo MoMA en 1939 por el marchante Paul Rosenberg, uno de los que compró el cuadro junto con el también comerciante de arte Hugo Perls, ex marido de Perls. Rosenberg exigió al museo que “The Actor” fuera asegurada por 18.000 dólares.
Posteriormente, la pintura fue adquirida en 1941 por Thelma Chrysler Foy por 22.500 dólares, quien la donó al MET en 1952, donde permanece hasta hoy. EFE
Artículos Relacionados: