Información difundida por WikiLeaks y publicada en España por el diario El País sobre la filtración de comunicaciones mantenidas entre la Embajada de Estados Unidos en Venezuela y el Departamento de Estado en Washington apunta a un negro panorama de esa industria del petróleo, motor de la economía venezolana.
La industria petrolera es incapaz de proveer los fondos para poner al ritmo de sus vecinos a Venezuela, cuyo deterioro económico ya se ha reflejado en la caída de la popularidad del presidente Hugo Chávez, según las filtraciones de la Embajada de EEUU en Caracas.
Lo diario español dice que” problemas de control de calidad, dificultades financieras, cifras de producción infladas, precios manipulados y necesidad apremiante de inversión exterior”, son algunas de las fallas puestas de manifiesto por WikiLeaks.
Los despachos estadounidenses insisten en que los recursos petroleros no han podido corregir el rumbo de una economía afectada por la hiperinflación, la recesión e incluso el racionamiento de servicios básicos.
Los documentos de WikiLeaks a los que ha accedido el rotativo señalan que la Embajada norteamericana en Caracas contactó con altos cargos de la petrolera venezolana estatal PDVSA y del Ministerio de Energía y Petróleo.
Esos confidentes, refiere El País, revelan que la cesta de petróleo venezolana está “manipulada” por la inclusión en la misma de productos refinados.
Ello “refuerza las sospechas sobre la propensión del Gobierno de Chávez a manipular las estadísticas oficiales”, señala el embajador estadounidense Patrick Duddy al Departamento de Estado de EEUU.
Una de las revelaciones, atribuida a un alto cargo del Ministerio de Energía venezolano, señala que en alguna ocasión la PDVSA llegó a exportar petróleo para su almacenamiento en el exterior y después lo volvió a importar para refinarlo y exportarlo de nuevo, lo que permitió contabilizar por partida doble una misma producción.
Los documentos indican en concreto el fracaso del Gobierno venezolano para atraer al sector petrolero nacional las inversiones de países como Rusia, China e Irán.
Un análisis de la Embajada estadounidense destaca que, entretanto, el presidente Chávez “es plenamente consciente del impacto que la evolución económica del país ha tenido en su popularidad” y de que su revolución bolivariana podría estar en jaque, lo que ya se está mostrando en las urnas.
“La falta de mayoría cualificada en la Asamblea Nacional dificultará al presidente (Chávez) sacar adelante su agenda revolucionaria socialista”, dice El País.
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