El revisionismo pronazi en Croacia alarma a las minorías del país

Por:
- - Visto 421 veces

El revisionismo histórico y la nostalgia del régimen fascista “ustasha” de Croacia durante la II Guerra Mundial ha provocado la alarma entre algunas minorías del país, que temen un aumento del neofascismo en medio de la pasividad del Gobierno.

Cuando en enero pasado el entonces primer ministro y líder socialdemócrata, Zoran Milanovic, aseguró que en la nueva coalición de gobierno había “fascistas y racistas” se lo consideraba un mal perdedor electoral.

Pocos meses más tarde, la gran comunidad serbia y la diminuta comunidad judía del país han decidido boicotear por primera vez la conmemoración oficial este viernes de las víctimas del campo de exterminio “ustasha” de Jasenovac.


Según datos de historiadores croatas que coinciden con los del centro internacional Simon Wiesenthal, en Jasenovac -situado a unos 100 kilómetros de Zagreb- fueron torturados y asesinados más de 47.000 serbios, 16.000 gitanos, 13.000 judíos y 4.000 croatas antifascistas durante la Segunda Guerra Mundial.

Establecido por la Alemania hitleriana, que invadió la entonces Yugoslavia, el régimen ustasha gobernó Croacia entre 1941 y 1945.

“La profanación de monumentos a las víctimas del Holocausto y del genocidio quedan totalmente impunes”, explica a Efe Milorad Pupovac, líder de los serbios de Croacia, la principal minoría del país, con unas 200.000 personas.

“Incluso los miembros del Gobierno expresan apoyo a los que ofenden la memoria a las víctimas del exterminio”, asegura.

La comunidad judía de Croacia, diezmada por el Holocausto y con apenas unas 1.500 personas, indicó en un comunicado que su boicot se debe a “acontecimientos políticos relacionados con la relativización y revitalización del ustashismo”.

Aparte de los serbios y judíos tampoco acudirán al acto oficial esta semana Milanovic y el expresidente Ivo Josipovic.

Croacia está gobernada desde enero por una coalición de centro derecha, dominada por el histórico partido conservador católico HDZ, aunque también forman parte los partidos extremistas HSP y HCSP.

Entre los lemas oficiales de esos grupos está el saludo “ustasha” “Za dom spremni” (Listos por la patria) y algunos de sus militantes no esconden sus simpatías por un régimen pronazi croata.

El vicepresidente del Parlamento croata y líder del HSP, Ivan Tepes, participó en enero en una manifestación ultranacionalista en Zagreb donde se gritó el saludo “ustasha”, coreado también con creciente frecuencia en los estadios de fútbol y conmemoraciones históricas sin que haya sanciones.

La primera propuesta lanzada por el flamante presidente del Parlamento croata, Zeljko Reiner (HDZ), fue que la Cámara (Sabor) recuperara el nombre de “Drzavni Sabor”, que llevaba durante el régimen ustasha.

Por otra parte, más de 5.000 representantes de la vida cultural croata acaban de pedir la destitución del ministro de Cultura, Zlatko Hasanbegovic (HDZ), quien en el pasado glorificó a los ustasha a los que calificó como “héroes y mártires”.

Hasanbegovic, historiador de formación, elogió recientemente el documental “Jasenovac, la verdad”, que según intelectuales croatas y las comunidades serbia y judía falsea escandalosamente la historia.

En la película, Jasenovac no es presentado como un lugar de exterminio sino como un simple “campo de trabajo”, y las matanzas se habrían cometido después del final de la II Guerra Mundial por partisanos antifascistas.

También la embajada de Israel en Zagreb denunció en un comunicado que el filme “trata de rehacer muchos hechos históricos y ofende los sentimientos de gente que perdió a sus seres queridos en Jasenovac”.

Para Hasanbegovic, en cambio, se trata de una “película útil al abordar numerosos temas tabú”.

Las comunidades serbia y judía también han mostrado su malestar porque en el Museo de Jasenovac se han eliminado todas las fotografías de las víctimas, muchas de ellas mutiladas, sus objetos personales y las armas con las que fueron asesinadas.

Las víctimas de este campo eran ejecutadas a tiros, martillazos y hachazos, o degolladas con un cuchillo que los verdugos llamaban el “mataserbios”.

“El museo está concebido ahora de tal forma que el visitante pueda ver lo menos posible del horror por los que pasaba la gente”, se lamenta Pupovac.

Ante la polémica causada y una visita a Croacia del emisario estadounidense para Asuntos del Holocausto, Nicholas Dean, la cúpula del Estado y del Gobierno expresó su preocupación por la polarización social y condenó explícitamente el régimen ustasha.

“El régimen ustasha era criminal”, declaró recientemente la presidenta de Croacia, la conservadora Kolinda Grabar-Kitarovic.

Mientras, el primer ministro, el independiente Tihomir Oreskovic, también condenó los crímenes aunque lamentó que la conmemoración se haya “politizado” en las últimas semanas.EFE

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: