Nació un 15 de abril de 1927 en Izbica un pequeño pueblo en el distrito de Lublin en Polonia. Alto, rubio de ojos azules, con mucha energía y decisión, la misma decisión que le conduciría a la libertad años después.
Con tan sólo 15 años fue enviado, junto con su familia, al campo de exterminio de Sobibor al sureste de Varsovia, donde tanto sus padres como su hermano, de 10 años, fueron ejecutados. Fue la muerte de sus padres la que le mostró la realidad de dónde estaba. “Reconocí la ropa de mi madre, y me di cuenta de que mis padres ya no estaban vivos. Sobibor era una fábrica de muerte”, contaba Blatt.
Escribió dos libros: “Sobibor: La rebelión olvidada- Informe de un superviviente” y “De las cenizas de Sorbibor: Una historia de supervivencia”. Además, de un manuscrito que se convirtió en la base para una película “Escape de Sobibor”, protagonizada por Alan Arkin y Rutger Hauer.
Se mudó a Israel en 1958 y más tarde a los Estados Unidos, hasta instalarse en Santa Bárbara, donde falleció el pasado sábado.
Una fuga por la libertad
“No eran nuestros últimos pasos en la vida. El sol aún estaba alto en el cielo, los pájaros cantaban. Era un hermoso día de primavera. Yo no quiero morir”, con estas palabras describió Blatt la fuga en un libro de sus memorias.
El 14 de octubre de 1943 cientos de personas decidieron luchar por su libertad y organizar un levantamiento contra los oficiales nazis y los guardias ucranianos en el campo de exterminio en Sobibor, dentro de la Polonia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial por los alemanes. En la fuga alrededor de 150 personas fueron capturados y asesinados. De hecho, el propio Blatt recibió un disparo en su mandíbula por parte de un policía.
Blatt consiguió sobrevivir, junto con otros 50, durante un año hasta que las tropas rusas derrotaron a los alemanes.
Incluso pudo testificar contra los asesinos de su familia. Blatt no se escondió es más, medio siglo después de la mayor atrocidad contra la humanidad, testificó en Alemania en el juicio por los crímenes de guerra de John Demjanjuk. Se trataba de un trabajador automotriz de Ohio retirado y procesado como un ex guardia de un campo de exterminio y acusado de participar voluntariamente en el asesinato de varios judíos en los campos de Treblinka, Majdanek y Sobibor.
Él siempre insistió en que nunca había sido guardia de ningún campo de concentración. Pese a que se le acusó de cómplice de asesinato, murió en 2012 sin que se resolviera su apelación.
En el juicio, además, Blatt declaró sobre la conducta brutal de más de 150 guardias ucranianos en el campo en el que él había perdido a sus padres. Sin embargo, nunca pudo identificar a Demjanjuk. Blatt afirmó que ni siquiera recordaba “la cara de sus padres” como para recordar la del guardia.
Que fortaleza de este hombre! Quien ama a Elohim jamas sera avergonzado.