Sicarios de élite de los cárteles del Golfo y de Sinaloa son enviados a Irán, vía Venezuela, para adiestrarse en cursos de armas y explosivos, además de tener contratados a entrenadores de ese país para capacitar a cuadros en sus campos de entrenamiento que tienen en la frontera de México con Estados Unidos, indica información del gobierno de Estados Unidos.
Reportes de circulación restringida de la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL, indican que desde 2005 los cárteles del narcotráfico de México mantienen relaciones con organizaciones extremistas de Medio Oriente.
En este sentido, destacan que algunos miembros de esos grupos extremistas de Medio Oriente han contraído matrimonio con mexicanas y los varones se han cambiado los nombres árabes a hispanos, lo que les ha permitido ingresar a Estados Unidos y además dar financiamiento para los campos de entrenamiento en la frontera.
“Como los narcotraficantes y terroristas operan en un medio clandestino, ambos grupos utilizan metodologías similares”, señala un reporte de la DEA que alertó al Congreso de Estados Unidos sobre las relaciones entre los cárteles de la droga y los grupos extremistas de Medio Oriente.
El reporte señala que las coincidencias de ambos grupos “son los elementos esenciales que contribuyen a una conclusión exitosa de un evento catastrófico por terroristas”.
Los cárteles mexicanos mantienen a sus sicarios de élite, la mayoría ex militares, en entrenamientos en Irán usando los vuelos que semanalmente salen desde Caracas, Venezuela, y en algunos casos viajan con pasaportes venezolanos, señaló un funcionario del Departamento de Estado que pidió no ser identificado por no estar autorizado para hablar públicamente sobre este tema.
El Departamento de Estado se ha quejado de que Venezuela no ha cooperado en la lucha contra el terrorismo al negarse a entregar las listas de los pasajeros de esos vuelos por adelantado, además de que Irán ha vendido 4.5 mil millones en armamento a Venezuela, y está entrenando a cientos de militares venezolanos, indicó.
La razón principal del entrenamiento de los sicarios en Irán es que, aun cuando los cárteles tienen acceso a armas de alto calibre, no han utilizado al 100% este armamento -como las bazucas- por falta de conocimiento en su operación, y por ello a nivel hormiga han comenzado a viajar a Irán, explicó.
El riesgo de seguridad nacional para México y EU es considerado por ambos gobiernos como alto, debido a que el entrenamiento proporcionado en Irán se enfoca en cinco áreas: tácticas, líderes, entrenamiento, operaciones de comando, así como armas y explosivos.
Adicionalmente, existe un riesgo amplio de que los sicarios establezcan relaciones con algunos de los participantes en los entrenamientos, en especial con miembros de grupos terroristas.
Al terminar los cursos, los sicarios regresan a México para entrenar a nuevos miembros que están reclutando actualmente los sicarios a través de periódicos e internet en los estados fronterizos de ambos países ofreciendo buen pago, entrenamiento de alto nivel y un lugar donde vivir, agregó.
Tanto las Guardias Revolucionarias Islámicas como otros grupos proporcionan entrenamiento avanzado en cohetes, armas automáticas, rifles para francotiradores, explosivos de todo tipo, entre otros, lo mismo a sicarios que simpatizantes de Al-Qaeda, quienes al terminar los cursos se lo transmitirán a otros regresando a su país, agregó.
Irán se mantiene como la nación que más apoya el terrorismo, señala el Reporte sobre Terrorismo 2007, que dio a conocer el Departamento de Estado en abril pasado.
Además, otros cárteles como el de Juárez envían a sus sicarios a Colombia para ser entrenados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) o pedir a estos sicarios para entrenar en México.
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