Líderes políticos, familias en duelo y otros miembros del público acudieron el martes a los cementerios para recordar a los soldados caídos y a las víctimas del terrorismo en el Día de los Caídos, entre temores de que la agitación política en la que está sumido el país pueda empañar las solemnes conmemoraciones de este día.
Durante los actos, la nación se detiene para conmemorar a los 24.213 caídos al servicio del Estado y de la comunidad judía anterior al Estado, y a las 4.255 víctimas del terror.
El Día de los Caídos comenzó a las 20.00 horas del lunes con una sirena de un minuto que sonó en todo el país, y terminará el martes por la noche.
A las 8:30 a.m., los presentadores en un acto de Estado en la ceremonia militar del Monte Herzl en Jerusalem comenzaron a leer los nombres de los soldados caídos, con la asistencia del Ministro de Defensa Yoav Gallant y el Director General del ministerio Eyal Zamir. Los nombres de todos los miembros del servicio caídos se fueron leyendo en voz alta a lo largo del día en la Sala del Recuerdo del lugar.
A las 11 de la mañana, una segunda sirena de dos minutos señaló el comienzo de las ceremonias principales en los 52 cementerios militares israelíes repartidos por todo el país.
El Primer Ministro Benjamin Netanyahu, el Presidente Isaac Herzog, el Presidente de la Knesset Amir Ohana y la Presidenta del Tribunal Supremo Esther Hayut asistieron a la ceremonia principal en el Monte Herzl. El acto iba acompañado de un sobrevuelo de la Fuerza Aérea.
A las 13.00 horas, otra ceremonia en el Monte Herzl conmemora a las víctimas civiles de atentados terroristas.
El metro ligero de Jerusalén aumentó sus servicios entre las 8.00 y las 15.00 horas para dar cabida a los asistentes a los actos del Monte Herzl. También se incrementaron los servicios de autobús a otros cementerios del país durante todo el día. Los trenes interurbanos funcionaron con sus horarios habituales, y las familias en duelo recibieron descuentos en los billetes.
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