Los líderes de una de las denominaciones cristianas más importantes de Estados Unidos, la Iglesia Metodista Episcopal Africana (AME, por sus siglas en inglés), pidieron esta semana a la Administración Biden que deje de brindar asistencia de seguridad al Estado de Israel a la luz de lo que denominaron el «genocidio masivo» que Israel está cometiendo en Gaza.
De hecho, desde el estallido de la guerra, las iglesias negras y otros grupos religiosos en Estados Unidos han expresado su apoyo a un alto el fuego, pero el anuncio de la AME supone un alejamiento significativo de las declaraciones realizadas sobre el tema hasta ahora.
El comunicado de los dirigentes de la AME pide un «cese del fuego inmediato y permanente» al tiempo que expresa preocupación por la situación de los palestinos «atrapados en Rafah».
Incluso afirma que Israel les ha «negado el acceso al agua, alimentos, refugio y servicios de salud».
Además, la declaración hace fuertes acusaciones contra Israel, afirmando que actúa con la intención de asesinar a civiles palestinos, Estados Unidos pagará un alto precio por esto y, por lo tanto, la Administración estadounidense debe dejar de transferir armas a Israel.
El anuncio de la AME podría afectar enormemente a la política interna del Partido Demócrata, especialmente en un año de elecciones presidenciales.
Biden fue elegido presidente en 2020 en parte gracias al rotundo apoyo de la comunidad negra, así como a través del sistema de apoyo de las iglesias negras.
Como tal, las duras críticas de la comunidad negra al apoyo de Biden a Israel es significativa, ya que tiene el potencial de complicar al Partido Demócrata antes de las elecciones generales.
Por ahora, a pesar de las duras y crecientes críticas en casa e incluso dentro de su propio partido, Biden continúa apoyando a Israel y proporcionándole el armamento necesario.
Dicho esto, hay que considerar las críticas a las que se enfrenta Biden en casa y los enfrentamientos que está teniendo con el Gobierno israelí sobre importantes cuestiones políticas, como el acuerdo por los rehenes, la operación en Rafah y el «día después» en Gaza, aumentan significativamente la presión sobre la Administración estadounidense y puede tener un impacto negativo en su política hacia Israel.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
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