El pasado 2 de enero, el ministerio de Cultura de Israel informó que a pesar de que los derechos de “Mi Lucha” – libro antisemita de Adolfo Hitler – pasaron a ser de propiedad universal y de dominio público, luego de que el Estado regional alemán de Baviera dejara de conservarlos, en Israel, su publicación –sin estar totalmente prohibida, seguirá estando vetada.
Al respecto, el Director del centro de investigación sobre el Holocausto de Yad Vashem, Dan Michman, explicó que incluso si se levantaran todas las restricciones, muy pocos editores en el país, estarían dispuestos a publicar el libro que lleva las ideas de la exterminación de los judíos, ya que existe “un rechazo basado en la emoción”.
Sin embargo, señaló que la obra ha sido ampliamente difundida en algunos países y está disponible en Internet, por lo que no es raro encontrar ejemplares, incluso en Israel.
La posibilidad de reediciones de la obra suscitó un gran debate en Alemania, donde su publicación seguirá estando prohibida si no va acompañada de anotaciones para una mejor comprensión de la misma.
Por lo anterior, Michman informó haber participado en la redacción de las 3,500 notas explicativas que acompañan la próxima reedición alemana del texto del dirigente nazi, la primera en ese país desde 1945 que estará a cargo del Instituto de Historia Contemporánea de Múnich, que incluye cuestiones sobre el texto tales como de dónde sacó Hitler sus ideas, cuándo hace sus propuestas y cómo fueron aplicadas.
La libertad de expresión, es un derecho universal, siempre y cuando el ejercicio de dicha libertad no afecte o dañe las personas. Este libro fue una especie de anuncio del horror que se vivió entre 1933 y 1945 en Europa Central, con millones de muertos entre los seres humanos asesinados en los campos de exterminio, en los campos de batalla y durante las invasiones y ataques militares a diferentes países con la secuela de víctimas entre la población civil, como resultado de una guerra loca. Comprendo perfectamente que en Israel tal libelo delirante esté vetado.
Saludos,
Raúl Ermoli