Algo huele muy mal en Mar del Plata. Cada vez se hace más habitual escuchar acerca de agresiones, golpizas u hostilidades a minorías. Pintaron mensajes xenófobos contra bolivianos, esvásticas en paredes, apalearon a un militante antifascista y, el martes pasado, le pegaron una brutal paliza a un joven homosexual.
SKINS VS ANTIFAS
Y no es casual. La Feliz está azotada por un inesperado rebrote fascista.Jóvenes neonazis que levantan las infames banderas hitleristas estáncada vez más visibles. La metodología es la misma. Apalean con caños de PVC, manoplas, armas blancas o a puño limpio en los alrededores de Plaza España, donde tienen su cuartel central.
La foto fue célebre: un militante antifascista llamado Lucas Alan Baimacon la cabeza ensangrentada antes de una protesta contra la multinacional Monsanto.
Luego se supo que le pegaron entre 15 personas. Los “antifas” aseguran que los “skins” venían armados con caños rellenos de cemento listos para la agresión; los skins tienen su versión: señalan que el incidente se desencadenó luego de que los antifas le pegaron a la hija de Carlos Pampillón y la lastimaron hasta dejarla al borde del desmayo. Y que fue una reacción a la acción. Sea como fuere, son dos grupos en tensión permanente.
CACERÍAS NOCTURNAS Y TERROR
La agresión a Baima fue judicializada por La Alameda y recayó en la fiscalía N° 2. En su denuncia, la agrupación liderada por el legislador porteño Gustavo Vera es bastante explícita respecto de los comportamientos de estos nazis.
Atribuyen las agresiones a una banda conocida como “Los Pampillones” (por Carlos Pampillón), y aseguran que fue tomando distintas denominaciones, tales como “Foro Nacional Patriótico” (FONAPA), “La Giachino”, “Batallón Brigadier”, “División Costa Atlántica”,“FrenteSkinhead Buenos Aires, MDP Crew” (FSBA) y “Bandera Negra”. Las tres últimas con propaganda explicitamente fascista o neonazi .
Se conoce de una práctica denominada en sus propios términos como“cacerías nocturnas”, en las cuales los miembros de la agrupación salen en grupos para propinar salvajes golpizas a quienes consideran “lacras sociales”. Estos son: inmigrantes, miembros de la comunidad LGTB, ateos, anarquistas o marxistas. Todos los que de alguna u otro manera contradicen la tríada “Patria, Familia y Propiedad”.
Se entrenan en un conocido gimnasio marplatense “Squatgim”, ubicado en la calle Moreno al 2900. Allí practican artes marciales y dan rienda suelta a la violencia, que luego trasladan a las calles.
A veces, se trasladan en autos con vidrios polarizados armados con manoplas, palos extensibles, gas pimienta, bates de baseball y navajas. Además, se dedican a reclutar y adoctrinar jóvenes vulnerables a través de las redes sociales, en lugares de esparcimiento, como plazas, recitales y en los últimos tiempos también en escuelas.
Los jóvenes que forman parte de este colectivo no temen enreinvindicarse como skinheads o “fachos”. De amplia actividad en las redes sociales, algunos incluso llevan como foto de perfil de Facebook la foto de Alfredo Astiz, marplatense como ellos. Y nazi como ellos.
Sus militantes más reconocidos son Alan Olea (yerno de Pampillón) y “El Rusito”, un joven ucraniano identificado por La Alameda como Aleksander Levchenco acusado de golpear trans en el barrio La Perla.
Los muchachos tienen un ideal, y para eso entrenan: “Combatir es un destino”.
PAMPILLÓN
El líder del FONAPA (Foro Nacional Patriótico), donde abrevan estos falangistas es Carlos Gustavo Pampillón, un militante de la ultraderecha nacional al que supo vérselo en actos de Alejandro Biondini, quizás el nazi argentino más famoso, aunque Pampillón va ganando terreno. Una de sus irrupciones más grandes fue en plena sesión del Concejo Deliberante en 2014, cuando el cuerpo legislativo destituyó a su presidenta, la radical Vilma Baragiola. El fornido hombre apareció en primer plano repartiendo trompadas y patadas a mansalva, siempre acompañado de sus laderos de cabeza rapada, que ostentan buenos movimientos para la pelea.
Antes, en 2011, había tenido otra participación pública. Fue cuando sacaron del Concejo Deliberante el cuadro de Pedro Giachino, primer militar caído en Malvinas y acusado de violaciones a los derechos humanos en la última dictadura militar. “La Giachino” -en franco homenaje- es la agrupación que lidera.
También se lo vio en el Colegio Nacional Buenos Aires, cuando los estudiantes profanaron San Ignacio de Loyola, la iglesia vecina a la escuela. Pampillón, megáfono en mano, arengaba a su tropa para que la emprendiera contra los estudiantes, en muchos casos decenas de años menores que ellos.
La premisa era defender la Catedral. Hay quienes dicen que voltearon adrede las rejas de la iglesia marplatense como pretexto para iniciar la gresca.
El sitio Cosecha Roja da cuenta del raid que llevan adelante los fascistas marplatenses. En febrero de 2014 tres integrantes de FONAPA y “La Giachino” pintaron el paredón del Centro de Residentes Bolivianos de Mar del Plata. Escribieron “Fuera Bolivia de Salta. La Patria no se negocia. Ojo… arderá el escarmiento. FONAPA – La Giachino. Viva la Patria carajo” e incendiaron el portón de entrada. “Estoy orgulloso de haber hecho la pintada, aunque a la gente esto le choque, que mi agrupación sea patriota y nacionalista”. La web transcribió las palabras de Pampillón en ese momento.
Pintadas nazis en centros culturales ligados al kirchnerismo, con tanta mala (o buena) fortuna que las cámaras de seguridad del local captaron el momento en que los skins dibujaban su esvástica. Luego, ellos mismos difundieron el video en las redes sociales. Lógico, en su ideario, nada para avergonzarse.
https://www.youtube.com/watch?v=0qlIEiXDeoU
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