Amir Omar Hassan, de 26 años, arribó al Aeropuerto Internacional Ben Gurión acompañado por el diputado árabe, Ahmad Tibi, y fue recibido calurosamente por sus familiares y amigos.
Hassan, oriundo de Nazaret, narró las vicisitudes de su secuestro en la ruta que lleva al popular balneario y sitio de buceo de Dahab en la península de Sinaí.
“Dejé Taba rumbo a Dahab. Tomamos un taxi y fuimos emboscados cerca de las 20:00 horas. El conductor que estaba con nosotros trató de escapar y terminó estrellando el automóvil”.
“En cuestión de segundos aproximadamente una decena de beduinos armados nos sacaron del automóvil y nos arrojaron en la parte trasera de un jeep. Al principio nos atacaron físicamente y trataron de intimidarnos. Cuando les hablé en árabe me dijeron ‘cállate, que vas a morir’. Luego nos llevaron al desierto, la ruta era muy dura”.
Hassan dijo que no conocía a la turista noruega, a quien encontró en Taba y con la que compartió el taxi. “Hablé con ella durante los días duros y ahora somos buenos amigos”, señaló precisando que se comunican a través de Facebook.
“Al principio pensé que nunca volvería al Sinaí pero ahora no tengo problemas en volver. Le podría pasar a cualquiera”, expresó.
Hassan mostró empatía con sus secuestradores “Nos trataron bien. Ellos se desplazaban de un lugar a otro – todo para liberar a uno de sus hermanos arrestado en una cárcel egipcia. En este caso, puedo entenderlos un poco”
La turista noruega fue identificada como la pediatra Ingvild Selvik Ask, de 31 años. Ambos fueron liberados tras cuatro días de negociaciones – mediadas por jeques locales – entre el gobierno egipcio y los beduinos.
Los turistas fueron secuestrados en la carretera principal del Sinaí y retenidos en un paraje desolado de las montañas de Jabal Maghara.
Tras la liberación, los turistas fueron llevados al cuartel de la policía de El Arish y desde allí trasladados a El Cairo.
Los secuestradores exigían la excarcelación de un primo sospechoso de haber estado involucrado en el asesinato de un policía. Oficiales egipcios dijeron, en condiciones de anonimato, que las autoridades prometieron que estudiarían sus demandas.
El canal egipcio ONTV emitió una entrevista a la turista noruega, inmediatamente después de su liberación.
“Fue difícil pero estoy muy contenta… de volver a Noruega con mi familia”, y añadió “hemos sido tratados muy bien”.
En cambio, el turista israelí en aquella circunstancia se tapó la cara y prefirió no hablar.
“Fue el safari más loco que haya tenido”, dijo más tarde la turista noruega a un medio de su país.
Hassan, estudia y trabaja en Eilat. Su hermano Khaled dijo al canal 10, días atrás, que su hermano se escuchaba “muy nervioso” y que le había pedido antes del viaje que no fuera al Sinaí.
A principios de este mes, una pareja de turistas británicos fue secuestrada y retenida brevemente por beduinos del Sinaí que exigían la excarcelación de un pariente que había sido arrestado, tras haber sido acusado de contrabandear armas desde Libia.
La Oficina de Lucha Antiterrorista ha advertido reiteradamente a los israelíes que no viajen a la península de Sinaí, dada la anarquía que reina en la zona y la presencia de grupos extremistas islámicos.
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