The New York Times informó el jueves que el presidente iraní, Hassan Rohani, ha donado 170 mil dólares para el único hospital judío del país. Según el informe, este fue el segundo como el gesto de Rouhani desde que asumió el cargo, ya que, poco después de tomar la presidencia, se acercó a la comunidad judía enviándole un saludo por la celebración de Rosh Hashaná.
La agencia oficial de noticias IRNA dijo que el presidente ha dado la misma cantidad de fondos del gobierno como lo hizo el año pasado en el hospital de caridad Dr. Sapir, que se estableció en 1942 en la capital, Teherán.
La donación se considera como parte de la promesa del Rouhani a prestar más atención a las minorías del país. Es notorio el contraste con su predecesor, Mahmoud Ahmadinejad, quien se encargó en más de una ocasión de promover el negacionismo de la Shoá y llegó a afirmar que “Israel debe ser borrado del mapa”.
Quien también decidió calmar las aguas con respecto a lo ocurrido años anteriores fue el ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, quien afirmó que “el Holocausto fue trágicamente cruel”.
La comunidad judía de Irán está conformada por aproximadamente 25 mil personas, por lo que es la más grande de cualquier país en el Medio Oriente fuera de Israel. Poco después de que Rohani fuera elegido, un líder judío iraní dijo a la AFP que ellos tienen “una vida fácil”, y que “el gobierno no crea problemas”.
Sin embargo, más tarde un experto expresó sus dudas sobre las declaraciones, diciendo a Arutz Sheva en octubre que los líderes iraníes están haciendo todo lo posible para mostrar la población judía de su país como satisfecha, incluso si tienen que recurrir a la falsificación de declaraciones.
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