El sobreviviente de la Shoá Leo Melamed, de 82 años, regresó hoy, lunes, a Japón para honrar la memoria del entonces cónsul nipón en Lituania, Chiune Sugihara (foto), quien contra las órdenes de su gobierno y durante aproximadamente un mes de 1940 emitió visas que permitieron salvar la vida de unos 6.000 judíos, él entre ellos.
Siendo un niño pequeño llegó a un remoto puerto japonés con poco más que la ropa que llevaba puesta, y luego fue a los Estados Unidos, donde se convirtió en abogado y titular de la Bolsa Mercantil de Chicago.
“Lo que se venía era realmente la puerta de la muerte, el fuego que nos aniquilaría a todos, y él tomó esa decisión”, destacó Melamed.
Un año después, casi todos los judíos de Lituania habían sido asesinados.
A Sugihara se le pidió la renuncia a la Cancillería japonesa por desafiar las órdenes de un gobierno aliado a la Alemania nazi y falleció en el olvido, en 1986.
“Le dijo a su familia: ‘si sigo los dictados de mi gobierno, violaré los dictados de mi D’s’”, recordó Melamed.
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