El lunes por la noche, los Utah Jazz recibieron a los Dallas Mavericks en su estadio para jugar un partido de la NBA: Para el rabino Avremi Zippel, el del lunes no era un partido cualquiera.
Esto se debía a que uno de los jugadores de los Mavericks es Kyrie Irving, el jugador que a fines de 2022 se había visto envuelto en una polémica por promocionar un documental negacionista del Holocausto y primero negándose a pedir perdón.
Luego de ser suspendido por ocho fechas, Irving decidió dar una disculpa pública por lo sucedido.
Ya con el jugador de nuevo en las canchas, cuatro rabinos de Salt Lake City decidieron llevar al partido unos carteles que decían “Soy judío y estoy orgulloso”. Se trataba de un mensaje directo al jugador de los Mavericks.
Zippel, un apasionado fanático de los Utah Jazz, compró asientos en primera fila. Al principio, antes de que comience el partido, Irving reaccionó bien a los carteles, les mostró a los rabinos un tatuaje de la estrella de David y les dijo que él también era judío. Pero durante el juego el jugador le pidió a los rabinos que retiraran las pancartas.
Al día siguiente, el equipo Utah Jazz indicó en un comunicado que los carteles violaban las políticas del estadio, que en general buscan prevenir distracciones durante los juegos.
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