La joven, de 19 años de edad, relató a ‘The Times‘ que junto con sus hermanas y muchas otras mujeres fue capturada en la ciudad de Sinyar en agosto pasado.
“Nos empezaron a dividir: los hombres a un lado, las mujeres y niños al otro. Después seleccionaron a las mujeres jóvenes, tanto casadas como solteras. No supimos lo que estaba pasando, pero nuestra madre se dio cuenta y empezó a gritar”, dijo la joven.
En camiones y camionetas las mujeres fueron enviadas a laciudad de Mosul. De allí otra vez divididas las trasladaron a otros centros de concentración. Ella, su hermana de 14 años y otra joven de la misma edad fueron vendidas a un comandante insurgente y dos de sus capitanes. Las tres fueronvioladas y golpeadas en muchas ocasiones.
“Los hombres insultaban nuestra fe yazidí y nos maldecían”, contó.
Sus sufrimientos continuaron hasta una noche de noviembre, cuando lograron escapar a lasmontañas de Sinyar, donde se cruzaron con las autodefensas yazidíes y fueron evacuadas.
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