La iniciativa fue convocada en las cercanías de la Plaza de la Independencia, en Kiev. Allí los manifestantes prorrusos siguen ocupando edificios del Gobierno, la policía, y de otras entidades oficiales en las ciudades del este del país, en lo que es un claro desafío al ultimátum impuesto por las autoridades ucranianas para que depongan las armas.
Según las agencias de noticias locales “unos desconocidos incendiaron neumáticos en la Plaza de la Independencia”. Si bien se logró sofocar el fuego, los enfrentamientos entre distintos sectores no pudieron evitarse produciéndose varios disparos desde la sede del Ayuntamiento de Kiev, que todavía está ocupado por los activistas del ‘Euromaidán’.
Los testigos presenciales atribuyen la iniciativa de la marcha a la Asamblea Social-Nacional, un movimiento de derecha del país. Inicialmente el objetivo de la columna era la sede del Parlamento (Rada Suprema) de Ucrania, donde quienes participaban tenían previsto exigir a las autoridades una operación ‘antiterrorista’ más activa en el este del país.
Los identificados como “neonazis” iban equipados con pasamontañas y algunos tenían bates de beisbol, según hicieron saber fuentes presenciales. Luego de explicar que su procesión era conmemorativa y que estaba dedicada a las víctimas de los ataques de francotiradores y los enfrentamientos callejeros de febrero pasado, las autodefensas aceptaron finalmente dejar que el grupo siguiera caminando hacia el barrio gubernamental.
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