El presidente, Volodymyr Zelensky, celebró una reunión del Estado Mayor del Comandante en Jefe Supremo. Durante la reunión discutieron las consecuencias de los ataques rusos en el sector energético ucraniano y el nuevo suministro de armas.
«La primera reunión fue convocada por el nuevo secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, Oleksandr Lytvynenko. Los desafíos son muy serios», informó el presidente.
Según el presidente, los rusos atacaron nuevamente el sector energético ucraniano. En la reunión, el primer ministro, Denys Shmyhal, el ministro de Energía, Herman Halushchenko, y los presidentes de las juntas directivas de Ukrenergo y Naftogaz, Volodymyr Kudrytskyi y Oleksii Chernyshov, informaron sobre los daños y los trabajos de restauración.
«Discutimos los métodos más eficaces de protección física y su aplicación en otros centros», añadió Zelensky.
También aseguró que anoche las centrales hidroeléctricas de Kaniv y Dniéster fueron atacadas deliberadamente por los rusos.
«El país terrorista quiere repetir el desastre medioambiental en la región de Jersón. Pero ahora no sólo Ucrania está amenazada, sino también Moldavia», afirma el jefe de Estado.
Según el presidente, el agua no se detendrá ante los puestos fronterizos, del mismo modo que la guerra rusa no se detendrá si no se detiene en Ucrania de forma conjunta y a tiempo.
La noche del 29 de marzo, los rusos dispararon 60 drones kamikazes y 39 misiles de diversos tipos contra Ucrania. Las Fuerzas de Defensa Aérea de Ucrania destruyeron 56 drones y 29 misiles.
El principal ataque ruso tuvo como objetivo instalaciones energéticas ucranianas. Los rusos atacaron tres centrales térmicas en Ucrania y el equipo resultó gravemente dañado.
Rusia también atacó instalaciones de infraestructura crítica en las regiones de Dnipro, Cherkasy, Lviv e Ivano-Frankivsk.
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