El 27 de agosto de 1890 nació Man Ray, un fotógrafo y artista que floreció en el siglo XX. A través de la combinación del juego, la invención y un deseo de no ser parte de la corriente central o ni siquiera entendido. Él estuvo evolucionando constantemente y probó los grandes movimientos del mundo del arte.
El Show Armory de Nueva York de 1913, que introdujo a muchos americanos en el movimiento de vanguardia, tuvo una fuerte influencia en Ray. Un artista que exponía allí, Marcel Duchamp, pronto se convirtió en su amigo y colaborador. Otro amigo, el fotógrafo Alfred Stieglitz, lo introdujo en la sociedad artística de la ciudad y le enseñó lo básico de la fotografía.
Durante su carrera trabajó sobre casi todos los medios imaginables, hizo películas cortas, collages, esculturas y lo que hoy sería considerado arte conceptual. Sus “rayografías” estaban compuestas en ubicar a objetos en un papel fotográfico, exponerlos a la luz y luego revelarlos.
Como judío y americano, él se encontraba en Francia al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Ray esperó hasta que los alemanes entraran para huir. Volvió a Estados Unidos y se estableció en Hoollywood, California. Allí se enfocó artísticamente en su pintura y luego hizo fotografía de celebridades.
