Agentes de seguridad, 14va. Parte

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Escena 40

Después de algunos meses nos encontramos una mañana en el patio de la escuela, los alumnos todos en fila y el director desde la platea hablando por supuesto con un micrófono. Los 4 agentes se encuentran también ahí, al igual que las maestras.

Director Jacob: Hoy, he reunido a toda la escuela para anunciar que el grupo de la clase xxx ganó el concurso de bailes de todo Tel-Aviv.


Quiero un gran aplauso para nuestros ganadores y uno muy especial para la maestra de baile Anat Fridman y para Olga Sabinosky, quien siendo nuestra agente de seguridad, amablemente e incondicionalmente trabajó duro fuera de la escuela  como coreógrafa, un fuerte aplauso y espero que sigamos ganando muchos premios más. Este es el trofeo (Enseñándolo) que quedará acá entre nosotros  exhibido  con mucho orgullo, al igual que las fotografías de los jóvenes que integran el grupo y por supuesto los colaboradores, que hicieron un trabajo excelente. Muchas gracias por poner el nombre del colegio en un alto nivel, y bueno, a seguir adelante cosechando éxitos. Y ahora a seguir estudiando.

Una de las jovencitas del baile se acerca a Olga y entregándole una rosa le dice: Mucha gente piensa que nosotros, los jóvenes de esta generación, no tenemos sentimientos, ya que no las pasamos sentados frente a una pantalla. Pero no es así, ¿ves cómo ganamos? Gracias por ser tan linda con nosotros.

(Le da un beso en la mejilla y se abrazan)

Olga: Muchísimas gracias, fue un gusto trabajar con ustedes. Mi maestra de baile en Rusia, decía que bailar es caminar entre las nubes, espero que ustedes lo logren hasta tocar el cielo.

Muchos estudiantes se acercan a ella y vemos en la cara de Roy una sonrisa, y en la de Olga lagrimas y alegría cámara lentamente se aleja.

Fin de Escena

 

Esa misma noche en un restaurante se encuentran cenando y festejando el triunfo de la escuela los 4 agentes y también Roberto.

Roberto: Alcemos las copas y brindemos por el triunfo y por nuestros planes,  ya que el proyecto esta desarrollándose  fantásticamente. Como ya les dije, yo  siempre les  seguiré ayudando  y los apoyare en lo que más pueda, ¡Salud!

Todos: (Alzando las copas) ¡Salud!

Gabriel: Te agradecemos mucho toda tu ayuda y creo que las mujeres ya le pusieron un nombre a la fundación, ¿o me equivoco?

Olga: Daniela y yo pensamos en llamarla “Fundación del y para el Alma”.

¿Que les parece?

Roy: Me parece perfecto, ¿ustedes Roberto y Gabriel que piensan?

Roberto: Suena bien.
Gabriel: Me gusta.

Roy: (Mirando a sus compañeros) Creo que vamos por buen camino.

Todos: Por supuesto que si.
Daniela: Olga, nos sentimos muy orgullosos de ti.

Roberto: Yo no sabía que eras coreógrafa. ¿Y por qué no te dedicas a tu profesión?
Olga: Hay muchas cosas que no saben de mí. A lo mejor un día lo logré.

Roy: No lo dudes, mi amor.

Gabriel: Ustedes hacen una linda pareja.

Roy: Gracias a este trabajo nos conocimos, jamás lo olvidaremos.

Daniela: Y tu Roy, cuando nos vas a contar algo personal. Es que no sabemos nada de ti.

Roberto: ¡Ay! estas mujeres curiosas.

En ese momento entran los padres de Roy el trata de bajar la cara y la mamá no se contiene y se para junto a el.

Mamá: Hijo.

Roy: (Nervioso) Señora no sé de qué me habla.

Papá: Vamos mujer  no empecemos de nuevo, perdónenla por favor.

Se van y Roy se queda muy nervioso

Daniela: ¿No crees Roy que es mucha la gente que te confunde?

Roberto: Daniela deja de estar haciendo películas y vámonos que mañana hay que madrugar.

Roy se levanta y sin que nadie se dé cuenta suspira y se limpia una lágrima que se le escapa….

Después de salir del restaurante vemos caminando en la calle a Roy con Olga, abrazados.

Olga: No me lo tomes a mal, pero ella estaba tan sorprendida y contenta al verte.

Itzik? ¿A cual ella?
Olga:
A la que te confundió, pobrecita.

Itzik: Si, pobrecita, de seguro le recordé a su hijo…eso suele pasar…

Olga: Cambiando de tema, no sabía que Itzik había retrasado el ataque.

Roy: Por favor amor, no digas esa palabra tan fea, ten en cuenta que es el estreno de una gran obra.

Olga: Acuérdate que para ti es el principio y el final.

Roy: (Sonriendo)  Si rusita, va a ser el fin de mis actuaciones, pero también el comienzo de otras muchas cosas lindas, y tú vas a estar ahí en cada una de ellas.

Olga: Pero aún no me has contestado mi pregunta.
Roy: Se atrasó por cuestiones técnicas.

Olga: ¿Y si te retiraras antes del estreno? Hazlo por mí, por favor…

Roy: No, no puedo retirarme ahora.

Olga: Aun no entiendo tu insistencia de trabajar con Itzik.

Roy: Después del estreno vas a entender mejor las cosas, yo mismo te las voy a explicar.

Olga: Insisto que no te conozco del todo, ¿quién eres? ¿De dónde vienes?

Roy: Tenme paciencia, no voy a hacerle daño a nadie.

Olga: Se que me ocultas algo muy importante, no quiero que entre nosotros haya mentiras.

Roy: Muy pronto sabrás la verdad. Tengo algo muy importante que contarte.

Olga: ¿Que?

Roy: Estoy buscando un departamento chico aquí en la zona para que vivamos juntos, ¿si tú estás de acuerdo?
Olga: Wow! Seria divino vivir juntos, te amo.

Roy: Yo también, ¿aceptas vivir conmigo?
Olga: Hasta la pregunta sobra, pero ¿con que dinero lo vas a rentar? ¿Y qué pasa con Gabriel, él sabe que te vas?
Roy: Si, desde que trabajo honradamente  por primera vez en mi vida, he aprendido a ahorrar y a organizarme con mí sueldo.

Olga: Me parece muy bien.

Roy: Sabes, en el pasado tuve mucho dinero en mis manos, nunca lo aprecié, así como me llegaba, se me iba, ahora disfruto cada shekel que recibo de mi sueldo.

Olga: Me gusta mucho tu manera de ver las cosas.

Roy: Me las enseño el abuelo.

Olga: ¿Donde esta él?
Roy: (Mirando al cielo) Allá arriba en el cielo, disfrutando mis palabras, las cuales nunca logró oír mientras vivía.

Fin de escena

Pasados unos días, en la mañana en la escuela

Daniela: (Cuidando una puerta,  entra la sicóloga Osnat)

Osnat: Hola, buenos días.

Daniela: Buenos días.

Osnat: Te veo más flaca, pero aún te falta bajar varios kilitos.

Daniela: No pretendo ser modelo.

Osnat: Para eso necesitarías pasar algunas cirugías plásticas.

Daniela: Algunas necesitarían hacerse cirugía de ese tipo, pero en el alma.

En eso se les acerca Olga

Olga: ¿Hola cómo están?

Osnat: Muy bien, y ¿tu aún sigues bailando tu éxito en las nubes?

Daniela: Claro que si, y es más, no lo baila sola.

Osnat: ¿No me digas que lo baila contigo?
Olga
: Por supuesto que no, lo hago con mi príncipe.

Osnat: (Nerviosa) ¿Con cual príncipe?
Daniela: Con Roy, o no pensaras que con Guillermo el de Inglaterra,

Osnat: Eso no puede ser, él me dijo que no esta interesado en ninguna clase de relación.

Daniela: Eso te lo dijo a ti, para que lo dejes de acosar. Además le llevas unos cuantos años, ¿o no?

Osnat: Uf! mejor me voy a mi trabajo.

Olga: Haces bien, y piensa bien antes de darles consejos a los muchachos, no creo que seas muy acertada en eso.

Osnat se aleja y Daniela y Olga ríen.

Daniela: Esta se la debíamos.

Olga: No la soporto, se lo merecía, se creé la mejor de todas.

Daniela: Pobre tonta, ni su titulo le sirve. Bueno hoy me voy a cuidar la puerta de atrás, ¿te molesta?
Olga: Por supuesto que no. Además yo sé que vas para  allá para cuidar a tu galán.

Daniela: Así es.

Olga: ¿Lo quieres?
Daniela: Por supuesto que si.

Olga: ¿Y él?

Daniela: ¿Qué te parece? Ya estamos planeando nuestra boda, ta, tatata….

 

Después de unos días un sábado por la mañana Roy camina por la orilla del mar, es invierno y el cielo esta medio nublado. De repente ve a Shmutzik y a Pilpel, saliendo del agua, se les acerca.

Roy: Buenos días, ¿no tienen frío?
Shmutzik:
Nosotros estamos acostumbrados.

Pilpel: De seguro tu no, príncipe.

Roy: Pues estas equivocado (Se quita la ropa y se mete al agua)

Pilpel: Shmutzik, ¿podemos invitar al príncipe a desayunar con nosotros?

Shmutzik: No sé si él quiera venir.

Pilpel: ¿Porque nuestra casa es pobre? tú siempre me has enseñado que la pobreza no es vergüenza.

Shmutzik: Por supuesto que nuestra casa no es pobre, pobre es el que lo piensa así, nuestra casa tiene lo más importante que existe.

Pilpel: ¿Qué?
Shmutzik: En cada rincón de ella se respira tranquilidad y amor que nosotros cada día le damos.

Pilpel: ¿Entonces lo puedo invitar?
Smutzik
: (Acariciando a Pilpel)  Tu puedes invitar a quien quieras, nuestro hogar esta abierto, ¿acaso le ponemos candado o llave a la puerta?

Pilpel: Es cierto, (Dándole un abrazo a Shmutzik) por eso te quiero mucho y si a veces me burlo de ti, es de pura onda.

Shmutzik: Y si yo, hubiera podido  tener un hijo, hubiera querido que fuera como tú.

(Roy sale del agua y se les acerca)

Pilpel: (Dándole su toalla) Puedes secarte con mi toalla.

Roy: (Roy duda en tomarla pero al final lo hace) Gracias.

Pilpel: ¿Quieres desayunar con nosotros?
Roy: Por supuesto,  tengo mucha hambre.

Shmutzik: Pues vamos, que a nosotros ya nos esta reclamando el estomago.

Pilpel: (Dirigiéndose a Roy) ¿La semana que viene  puedes venir a ver un ensayo de nuestra comedia?

Shmutzik: Es el Miércoles a las seis de la tarde.

Roy: Cuando salga del trabajo voy al ensayo, tengo muchas ganas de verlo.

Pilpel: El otro día te oí decir que vas a actuar en una obra junto con Itzik

Shmutzik: Este niño parece que trabaja en el mossad. Todo lo sabe.

Roy: Con Itzik es otra cosa Pilpel, ahí tengo un papel pequeño, insignificante y solamente se presenta una vez.

Pilpel: ¿Y cuál es tu papel?
Roy: El de un hijo.

Pilpel: ¿Malo o bueno?
Roy: Bueno

Shmutzik: Dejemos de hablar de obras y actuaciones y vamos pensando que vamos a desayunar.

Roy: Podríamos comer arengue, caviar o a lo mejor…

Pilpel: (Interrumpiéndolo) ¿Que son esas comidas?
Shmutzik: Comidas de los europeos y como nosotros somos israelíes,  vamos a comer shakshuka.

Pilpel: ¡Bravo!

Roy: Sababa

Los vemos alejarse conversando animadamente

Fin de Escena

 

Misma mañana vemos en un restaurante a Gabriel y a Susana desayunando

 

Gabriel: Me dio mucho gusto ver que Janet y Martha se quedaron muy bien instaladas en los dormitorios de la universidad.

Susana: Ellas vinieron muy convencidas de lo que querían hacer.

Gabriel: Si, además no están solas y pronto se van hacer de muchas amigas, con el carácter tan bueno que tienen.

Susana: Hicimos una buena labor con ellas, ¿o no?

Gabriel: La verdad que si. Por eso mismo, quisiera que entre nosotros no haya problemas.

Susana: No tiene por qué  haberlos, (Tomándole la mano) entre nosotros siempre va a existir el mismo cariño que sentimos desde que nos conocimos.

Gabriel: Cariño, tienes mucha razón, ¿cómo es que no nos dimos cuenta antes?

Susana: Cuando uno es joven, uno confunde la pasión con el amor.

Gabriel: Es cierto, pero con todo, no nos fue nada mal, ¿verdad?
Susana: Verdad, tenemos unas hijas muy lindas, responsables y amorosas.

Gabriel: Espero que tu decisión de venir a vivir a Israel sea la acertada.

Susana: Pues tú te ves muy bien. No creo que te haya sido difícil.

Gabriel: Al principio sufrí mucho, no fue agradable venir como yo lo hice, y casi sin dinero, tú lo sabes, pero no me puedo quejar, en el ulpan me dediqué mucho a estudiar el hebreo.

Susana: Ya veo que lo hablas bastante fluido, aunque ya lo habías estudiado en Argentina. Además haberte rencontrado con tu gran amigo Roberto te ayudo mucho.

Gabriel: Así es, y el trabajo lo conseguí gracias a él.

Susana: Pero eso de ser un agente de seguridad, ¿no es muy poca cosa para ti? No quiero ofenderte, pero tú tienes mucha inteligencia, y has sido muy bueno en tus negocios.

Gabriel: Tan bueno sería que mira como acabé. Pero sabes mi trabajo es muy digno, jamás me imaginé cuanto. Y quien quita que algún día haga otras cosas.

Susana: Ojala te vaya bien. ¿Quien diría que estaríamos viviendo aquí?

Gabriel: Y separados.
Susana: Lo principal es que no nos dejamos caer. Somos triunfadores.

Gabriel: Lo somos.

Susana: Gabriel, ¿te puedo preguntar algo sin que te enojes?

Gabriel: Inténtalo.

Susana: ¿Estás enamorado?
Gabriel: ¿Cómo lo sabes?

Susana: Por tu mirada, fue la misma que tenias hace 22 años.

Gabriel: Pues acertaste.

Susana: Te deseo que seas muy feliz, te lo mereces.

Gabriel: Gracias, tu también.

Gabriel paga la cuenta y la ayuda a ponerse el saco a Susana, ella le da un beso en la mejilla

Fin de escena

En el cuarto de Shmutzik se encuentran Pilpel, Shmutzik y Roy. Sentados desayunando.

Shmutzik: Como veras no nos falta nada, vivimos bien dentro de lo que se puede.

Pilpel: ¿Verdad que  está muy sabrosa la shakshuka que cocinó  Smutzik?

Roy: No esta buena, esta buenísima, hace tanto que no desayunaba tan sabroso, y el jugo esta tan fresco.

Shmutzik: Me da mucho gusto que viniste, no necesitas invitación, esta es tu casa.

Roy: Gracias, cada vez me impresionan ustedes más.

Shmutzik: ¿Por qué?

Roy: Lo bien que tienen amueblado este pequeño lugar. El baño y la cocina, aunque pequeños son cómodos. Ningún arquitecto podría adaptarlos tan bien como tú lo hiciste.

Shmutzik: La necesidad a veces es la mejor escuela en la vida.

Pilpel empieza a levantar todo y Shmutzik hace café.

Roy: (limpia la mesa) ¿Y ahora qué van a hacer?

Shmutzik: A tocar la guitarra.

Roy: ¿Y quien la toca?
Pilpel: Shmutzik, y sabes, canta unas canciones tan lindas en idish…

Shmutzik: Pero Pilpel no exageres.

Roy: ¿Y donde aprendiste a tocar?
Shmutzik: Mi abuelo y mi padre me enseñaron. Muchas veces toco a orillas del mar sobre todo cuando hay turistas, canto en idish, hebreo e ingles. Sabes, eso me deja muy buenas propinas. Mi familia jamás se imagino que eso un día me iba a dar para comer.

Roy abraza con mucho sentimiento a Shmutzik

Pilpel: Ustedes más que amigos parecen familiares.

Roy: ¿Y si lo fuéramos?
Pilpel: Seria bárbaro, bueno me tengo que ir a jugar con Luis.

Roy: ¿Y quien es Luis?
Pilpel: Un niño ilegal, sus padres vinieron de Ecuador, al papá ya lo regresaron, pero él y su mamá se salvaron y bueno me voy.

Shmutzik pone a un lado la guitarra y le trae un café a Roy;

Roy: (Probándolo) Esta riquísimo, igual como lo hacia el abuelo.

Shmutzik: Muchas costumbres de la casa van conmigo.

Roy: Me di cuenta en tu música y en tus cantos.

Shmutzik:  Yo me di cuenta que también cantabas las canciones en idish.¿Acaso siguieron la tradición mi padre y mi hermano?
Roy:
Siempre en las fiestas o cuando simplemente nos juntábamos.
Shmutzik:
¿tú entiendes idish?
Roy:
No solo lo entiendo, también lo hablo, aunque no muy bien. El abuelo nunca aprendió bien el hebreo, lo mezclaba con el idish.

Shmutzik: Sabes Roy, yo lo extraño mucho, pero mi orgullo no me permitió correr a sus brazos y decirle lo mucho que lo quiero.

Roy: A él le pasaba lo mismo.

Shmutzik: ¿Cómo lo sabes?

Roy: Cuando al final estaba muy enfermo, lloraba mucho y pronunciaba tu nombre, lo único que le conformaba, era que el sabia en quien  te habías convertido  y donde vivías.

Shmutzik: (Llorando) No lo puedo creer, a su manera me perdonó(Mirando al cielo) (A dank main got)  (Gracias a mi Dios en idish)

Roy: Si, te perdonó, el me lo contó cuando estaba casi muriéndose, pero yo pensé que eran alucinaciones y no le creí nada. El abogado dijo que había varios terrenos en esta parte vieja de Tel- Aviv, que un pordiosero tenia que heredar, cuando lo encontraran.

Shmutzik: ¿Y qué dijo la familia?

Roy: Como ya conocían lo excéntrico que era, no dijeron nada, puede ser que mi papá sepa también de ti, pero a mi nadie me lo comentó.

Shmutzik: Lo principal es que me perdonó y  de mi no se olvidó. Sabes Roy, yo lo quería mucho.

Roy Entonces ¿por qué te fuiste?
Shmutzik: Precisamente para no dañarlo.

Roy: ¿Vas a reclamar tu herencia?

Shmutzik: Para nada, no me interesa, no ves que yo soy un millonario en alegría y sentimientos. Ven a mis brazos, que ya te quiero como si te hubiera conocido desde que eras un niño.

Roy: Yo también te quiero mucho tío Moshe.

Shmutzik: ¿Sabías mi nombre?

Roy: Lo oí muchas veces, entre los suspiros del abuelo.

(Se abrazan)  y entre alegrías suspiros y lagrimas

Acaba este capitulo 14   

Acerca de Esther Kershenovich

Nacida en México emigra, junto con sus hijos a Israel en 1975. Tiene en su haber la novela "Nadia", un libro de poesías denominado "Soy" y su más reciente creación, un libro de poemas y prosas titulado "Tejiendo La Vida" (2009). Ha participado en varias antologías y ha sido representante de escritores en Zaragoza, España. Pertenece a las Peñas Literarias de Raanana en Israel y además estudia teatro con directores latinoamericanos. Escribió una pelicula basada en su novela "Nadia" y actualmente esta traduciendo al hebreo su película "Agentes de Seguridad". Sus colaboraciones en "Foro" han sido por años aunque por su lejanía sus intervenciones resultan esporádicas.

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