Originario de Estagira, no lejos del actual monte Athos, en la Calcídica entonces perteneciente al reino de Macedonia (la zona correspondiente a la actual Macedonia griega), Aristóteles, apodado El Estagirita, tuvo por madre a Faestis y por padre a Nicómaco.
Las tradiciones biográficas relativas a Aristóteles pueden parecer numerosas. Pero los documentos de la época son muy escasos, y no se encuentra, en las obras de Aristóteles, ninguna alusión directa a las circunstancias de su vida: incluso la “Política” parece ignorar la actividad del filósofo y, circunscribiéndose a ella, no se hubiera sabido nunca que fue el preceptor de Alejandro.
escendía de una familia de Asclepíades, una de las dinastías médicas que pretendían ser descendientes de Asclepios. Este origen explica simultáneamente el interés de Aristóteles por la Biología y sus relaciones con la corte de Macedonia. Se dirige a Atenas hacia el 367 ó 366, con el fin de estudiar, a los dieciocho años. En la Academia, se ha de convertir en uno de los discípulos más brillantes de Platón. Éste lo llamaba, por su afición a los estudios, “el lector”.
En el año 335, Aristóteles funda su propia escuela en Atenas, el “Liceo” (denominado así por estar situado dentro de un recinto dedicado a Apolo Likeios), donde dictaba clases sobre amplios temas a sus discípulos. Para Aristóteles, la idea de participación platónica no explica la verdadera realidad de la physis (de los procesos naturales). Aristóteles admite como Platón y Sócrates que la esencia es lo que define al ser, pero la diferencia en que la esencia es la forma, que está unida inseparablemente a la materia y juntos constituyen el ser, que es la sustancia. La afirmación de la importancia del conocimiento sensible, del conocimiento de lo singular para llegar a lo universal, abrió posibilidades a la investigación científica.
La obra de este filósofo se puede dividir en dos grandes grupos: las “obras exotéricas” y los “escritos esotéricos”; pensamientos de gran influencia en su tiempo y en los siglos posteriores. Además también escribió libros sobre interpretaciones, tratados biológicos, historia de los animales, sobre ética, política, economía, retórica, poesía y hasta una constitución para Atenas.
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