Un polaco judío, Shloime, recién llegado a Chile va a sacar el carnet de conducir y tiene que hacer un examen de la vista.
El óptico le muestra un letrero que dice: C Z W I X N O S T A C Z
Le pregunta:
– “¿Puede leer esto?”
Y Shloime le contesta:
– “¿Leerlo?…Yo conozco a este hombre, era mi vecino”
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Rivke le dice a su marido…
– “Oye Isaac, llevamos 30 años casados y nunca me has comprado un vestido”
– “Ah…. pero no sabía que vendías vestidos”
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Va un hombre al rabino y le dice:
– “Rab, tengo un problema. Tengo un hijo que se hizo goi”
– “Pues mira, a mí me pasó lo mismo: yo también tengo un hijo que se hizo goi”
– “¿Y qué hizo, rab?”
– “Fui a la sinagoga y recé pidiéndole a Dios que me diese una respuesta…”
– “¿Y?”
– “De repente, escuché una tremenda voz que decía:
¡¡¡¡ YO TAMBIÉN TENGO UN HIJO QUE SE HIZO GOI !!!
Y pregunté a Dios ¿qué hizo?”. Y una voz me respondió:
– “Un Nuevo Testamento…”
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Había una vez un cura muy antisemita. Cierta vez en el púlpito dijo:
– “¡Si hay Judíos o descendientes de Judíos en la Iglesia, los invito a que se retiren inmediatamente!”
Jesucristo baja de la cruz y dirigiéndose a la Virgen María le dice:
-“Vamos Mámele… parece que no nos quieren aquí, creo que estamos en el lugar equivocado…”
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El niño va con su papá al templo por primera vez, y oye al rabino que reza y a cada rato dice Amén, amén, amén. Entonces pregunta:
– “Papá, ¿Amén quiere decir Enter?”
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Dos amigos judíos se encuentran en la calle.
Uno de ellos va acompañado de su anciana madre:
– Hola Itzik !! ¡Cuánto tiempo…! ¿ Qué es de tu vida ?
– Pues aquí estoy con mi madre, que la pobre recién se quedó sorda y ciega….
– Oy veis mier !!! Cuánto lo lamento Itzik………..
¿Y dime? ¿La estás llevando al médico?
– No, no !!!… Voy a que le corten la luz y el teléfono.
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EL PILÓN:
El psiquiatra al paciente:
– El tratamiento ha terminado; ahora ya no creerá usted que tiene enemigos imaginarios.
– Ya no, doctor…; desde que estoy en sus manos, todos mis enemigos son reales.
– Doctor, tengo tendencias suicidas, ¿qué hago?
– Págueme ahora mismo.
Una señora llega al hospital y le dice al doctor:
– Soy la esposa del Sr. Martínez, que tuvo un accidente de tránsito; quisiera saber cómo se encuentra.
– De la cintura para abajo no tiene ni un rasguño.
– Que alegría ¿y de la cintura para arriba?
– Bueno, esa parte todavía no la trajeron.
– Doctor, me caí y me duelen mucho las piernas.
– No se preocupe, no es nada; dentro de unos días estará trabajando.
– Doctor, qué maravilla, ¿además de curarme me dará trabajo?
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