Carta al filósofo Agapito Maestre, amigo de Israel

Mis enemigos han sido, y son, querido Agapito, los totalitarismos, a los que he combatido y
combato con escritos activamente.
Y estos son el fascismo pardo, el social-comunismo y el islamismo radical que han asediado y asedian a nuestra civilización judeocristiana.
Yo pertenezco a esta civilización judeocristiana y soy un soldado de ella como manifiesto en mis escritos y actos. Amo a Israel y soy un católico practicante y un antifascista y anticomunista activo. Considero que estamos en una etapa peligrosa en la historia de la humanidad y hay que enfrentar a los enemigos empezando por los que tenemos en nuestra querida Sefarad e Hispania cristiana, y aquí tenemos un gobierno que tiene un componente social-comunista, trufado de comunistas, chavistas y castristas, aderezado siniestramente de filoetarras y separatistas.

Lo peor de lo peor. Y todos de un antisemitismo y con un odio a Israel espeluznantes. Claro que tenemos que combatir a tales enemigos con inteligencia y rigor de todo tipo.
Es legítima defensa, y yo que soy como un macabeo insurrecto, veo con pavor el resurgimiento del fascismo pardo, el nazi de siempre, y también el neocomunista con variedades iberoamericanas castristas representados por el siniestro foro de Puebla y, como cristiano militante, me apresto a defender la ciudadela judeocristiana de esos cánceres que son la ideología de género, el aborto, la eutanasia, esas la lacras de la cultura de la muerte en las que se desenvuelve la descomposición de nuestro mundo.

Yo no estoy afiliado a ningún partido, pero si soy un activo militante en lo que creo, claro está.
VOX no es un partido fascista, como se le demoniza acríticamente, y eso te lo puedo asegurar.
Si que es una derecha inequívoca que lleva al trumpismo como referente. Y tiene un
componente social-cristiano fuerte, acata y defiende nuestra Constitución, no es antisemita, y los militantes, votantes y dirigentes que conozco profesan un amor a Israel que hasta me conmueve.
Yo lo considero un poco ingenuo y me temo que pueda ser infiltrado por gente peligrosa. Y no ha intervenido en actos terroristas, como si lo han hecho socios de nuestro deleznable gobierno.
No obstante, siempre hay que estar en guardia por posibles malas derivas.

Recibe un fortísimo abrazo,
Antonio Escudero Ríos.
En Madrid, anno templi CMIV

Dedicatorias:
A nuestros padres, familiares y amigos fallecidos, cuyo
recuerdo, siempre en la memoria, nos impulsa a esforzarnos
por un futuro mejor.
A Yeny Hodge, la amiga bondadosa que vino de las Antillas.
Y a nuestra prima María José Balbuena, por su ternura constante.