En 1961, un joven de 20 años llegó a Nueva York con una guitarra en la mano, alguien lo descubrió cantando en un café de Greenwich Villaje, le entusiasmó su voz y lo invitó a una grabación, le ofreció un contrato y fue la voz original con más influencia en la música popular de Estados Unidos.
El joven cantante, nieto de inmigrantes judíos de Ucrania y Lituania, nació en Dolot, Minnesota, el 24 de mayo de 1941, le dieron el nombre: Robert Allen, su apellido: Zimmerman. Creció en Hebling y en la escuela empezó a organizar pequeñas bandas musicales con sus compañeros; recibió su primera guitarra en 1955, también tocaba el piano y la harmónica. después, bajo la influencia de Elvis Presley y Little Richard creó la banda musical “Golden Acords” y otro grupo, Alston Gun. Mientras estudiaba en la Universidad de Minnesota empezó a cantar en cafés llamándose Bob Dillon.
En 1960 dejó los estudios y se fue a Nueva York donde estaba hospitalizado su ídolo, el legendario Woody Guthrie, lo visitaba regularmente y se mal mantenía cantando en cafés y bares, empezó a escribir sus canciones a un ritmo fabuloso, una de ellas, “A song for Woody Guthrie”, fue un tributo a su amigo.
Al año siguiente el New York Times lo elogió profusamente y Columbia Records lo contrató. Su primer álbum se grabó en 1961. Cambio su nombre legalmente a Bob Dylan en honor al poeta Dylan Thomas. En 62 creo su estilo de folklor y blues.
En 1963 fue titulado como una de las voces más originales y poéticas en la historia de la música popular de los Estados Unidos y grabo una de las canciones más famosas e inolvidables de los años 60, “Blown in the wind”. Canción de protesta filosófica inspirada por la guerra, la paz y la libertad; un fragmento dice:
“How many roads must a man walk down
Before you call him a man
How’n many seas must a White dove sail
Before she sleeps in the sand”
Con su álbum “The times that are a-changing”, se estableció como el compositor de canciones sin comparación del movimiento de protesta de los años 60. Parte importante de esa distinción fue su relación con Joan Baez en ’63, la relación duro dos años y fue muy productiva para ambos, Dylan escribió el mejor material de Baez y ella lo presento a miles de aficionados en sus conciertos.
En ’64 amplio su estilo, se hizo fase más personal, íntimo, y menos político; empezó a incluir la música electrónica más allá del folk; grabó varios álbumes, como “Highway 61 Revisited”, el mundo musical se rindió a sus pies justificando su renuncia al trono de la protesta, incluyó la canción de rock clásico: “Like a Rolling Stone”, la historia de una mujer que termina viviendo en la calle, en un fragmento dice:
“Once upon a time you dressed so fine
Threw the bums a dime in your prime, did not you?
People call say ‘beware doll, you’re bound to fall
More…you thought they were all kidding you.”
Dylan acercó los mundos de la música y la poesía como nadie. En julio de ’66 su espectacular carrera que le ganó el título de Shakespeare de su generación fue detenida abruptamente por un accidente casi mortal de motocicleta que le hirió el cuello. Se retiró de la música cuidando su salud por un año y, después, apoyado por sus amigos músicos volvió a tocar con la banda en un sótano. En ’68 se presentó por primera vez ante su público en un concierto en memoria de Woody Guthrie en Nueva York.
Su presencia física cambió con el cabello corto, anteojos, barba, descuido en el vestir y creó un nuevo género musical: Country Rock. Continúo grabando durante 25 años y haciendo giras esporádicamente, siempre aplaudido, pero no con el mismo entusiasmo juvenil de quienes sonaban con cambiar el mundo en los anos 60s. en ’73 participo por primera vez en una película de largo metraje y también compuso la música.
En ’77 vivió una dolorosa separación de su esposa, Sara Lidden. Se divorciaron y siguió una lucha por la custodia de sus cuatro hijos que ganó.
En 79 se convirtió al movimiento de “Born Again”, evangelista, grabó y cantó solo material religioso confundiendo a su público. Ese año ganó su primer Grammy. Al cabo de tres años abandono el movimiento, volvió al judaísmo y a componer música y canciones en la cúspide de la fama. En ’97 salió el álbum “Time Out of Consciousness” que lo estableció como el icono del folk. Cantó para el Papa en el Vaticano. En 2000 compuso la música de la película Wonder Boys. Ganó varios premios y probó su talento en otros campos, la escritura y la pintura. Escribió sus memorias y público otros libros con sus poemas, sus pinturas y dibujos que también fueron usados en las cubiertas de algunos de sus 54 álbumes y en 2010 exhibió 40 de sus pinturas originales al tiempo que presentaba un nuevo álbum. Volvió a componer y grabar en una mezcla de blues, country y folk, en 2015 salió “Shadows at night”.
La lista de premios y honores que Bob Dylan recibió es larga e impresionante: Recibió su primer Grammy en ’79 y le siguieron ocho más. Integrado al Salón de la Fama del Rock and Roll. Al Salón de la Fama de Compositores. Recibió un Doctorado Honoris Causa en Música de la Universidad de Princeton. Obtuvo un Globo de Oro y un Oscar por la mejor música y un Premio de la Recording Academy. Life Magazine lo incluyó en la lista de los americanos más influyentes del Siglo XX. Ocupó el primer lugar de las 500 canciones más prominentes de todos los tiempos. Canadá lo nombró miembro del Canadian Center y Francia lo nombró “Comandante en la Orden de Artes y Letras”. España lo premio y lo llamó: “mito nuevo en la historia de la música popular.” El presidente Obama lo condecoró con la “Presidential Medal of Freedom” y en 2016 recibió el Premio Nobel en Literatura, el primero a un músico, y fue agradecido por la Academia Sueca: “Por crear una expresión poética nueva dentro de la gran tradición americana de la canción.”
En los rincones de la historia y la música, Bob Dylan, figura principal en la cultura pública durante más de 50 años, creo una forma nueva de expresarse, unió el ritmo amplificado del rock and roll, la imaginación del pop, la sensibilidad histórica y política del folk, la intimidad del blues y – mediante el ingenio, ambición y profundidad de sus letras- la arrogancia de la bohemia citadina, dio una importancia nueva a la escena artística del rock y una medida nueva a la juventud, una categoría ideológica más que demográfica y sacudió las conciencias de otras generaciones.
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