Hoy me encuentro en un momento de mi vida donde puede ser que tengo más camino andado del que me queda por recorrer y tengo muchas preguntas pero no siempre respuesta. El miedo, la incertidumbre, la falta de claridad, muchas cosas mueven mis sentimientos y sacuden mis venas. Mi Papá quedó huérfano de padre y madre a los 9 años de edad, pasó dos guerras; luchó, trabajó incansablemente contra viento y marea y cuando creyó que podía forjarse un futuro ya teniendo una familia y una empresa, llega el comunismo y le arrebata de raíz todo lo material por lo que había luchado tanto. Sus esperanzas, su confianza en la vida, su trabajo y hasta su salud se vieron mermadas de manera muy importante al grado que estuvo a punto de morir por una úlcera reventada, donde en aquel entonces se salvaba uno de cada 100.
De un día a otro su casa no era más su casa, su empresa no era más su empresa; llegó a tener necesidad de regresar de noche a robar los calcetines que él mismo producía para poder darles de comer a sus hijos. Fue devastador de un día a otro no tener nada.. No alcanzo a comprender, por más que trato de imaginarlo, lo que pudo pasar por su cabeza, lo que sentía su corazón. De repente las sombras muestran su color obscuro y quiero ser positivo. Me encuentro en una lucha entre el ser y el deber ser, entre lo que veo y lo que quiero ver. Hoy las redes nos envenenan con información falsa y la política muestra sólo aquello que le conviene mostrarnos. ¿Cómo saber la verdad? ¿Cómo poder entender lo que realmente pasa y lo que puede pasar? Quizá para muchos sea solo un momento de cambio, una forma diferente de hacer las cosas -no lo sé- pero lo que sí sé es que no he podido encontrar las respuestas a muchas de mis preguntas.
Los que hemos obrado bien, ayudamos al prójimo, hacemos el bien somos más y deberíamos equilibrar la balanza hacia nuestro lado. Quizá la maldad muestra su cara para precisamente obligarnos a trabajar más en hacer el bien. Sé que las dudas van a persistir, que cada día habrá más ruido y que los buenos deberemos empujar y trabajar más que antes. Lo que sí es una realidad es que aferrarse al pasado no ayuda, que el pasado es algo de donde debemos aprender para no cometer los mismos errores, y que el pasado dañó mucho y a mucha gente. Ojalá pueda alcanzar a ver las respuestas entre tanta bruma y saber que después de tanto trabajo y sacrificio vale la pena empujar el barco y a todos los que en él navegamos para llegar a buen puerto. Esa es la vida: no siempre nos puede regalar todas las respuestas a nuestras preguntas..
Artículos Relacionados: