La Torá prohíbe comer, cocinar o beneficiarse de carne y leche [estos artículos no tienen la finalidad de enseñar halajot prácticas, para cualquier pregunta hay que dirigirse con un rab experto]. Veamos una explicación filosófica a esta prohibición: La leche representa el dar- compasión- pues el animal da leche a su cría; la carne es lo opuesto, tomar, porque para obtener la carne debemos degollar al animal. La lección es no mezclar estos conceptos.
Por ejemplo, una persona tiene un proyecto para hacer jésed, o sea, hacer favores [esto puede ser ir a visitar enfermos, etc.]. Alguien podría verse tentado de aprovechar esos favores que hace y reunir algo de dinero para sí mismo. (Obviamente, nos referimos a alguien que tiene su propia fuente de ingresos.) Si ya hacemos favores, no debemos mezclarlo con negocios. Si alguien se dedica de lleno a realizar favores en una organización, puede cobrar, de algo tiene que vivir. Pero si solamente hace un favor, lleva a una persona a algún lugar, no debe cobrar. Que lo haga exclusivamente para hacer el favor.
Esto es similar a la prohibición de cobrar intereses. Cuando un individuo necesita dinero prestado, la Torá nos obliga a darle el préstamo [sin duda, sabiendo que lo regresará]. Pero hay que hacerlo sin cobrarle. Es hacer un favor por hacer el favor. Es el mismo concepto mencionado, no mezclar los favores con los negocios.
Rab Moshé Don Kestenbaum
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