Hace rato que perdí a mamá.
Su figura se va deshilachando frente a mí.
La brevedad de su piel débil se abre una y otra vez, por más empeño que pongo en la costura.
Hace rato que perdí a mamá.
Una viejita que me duele, me mira desde ese ovillo- piano mudo- de sentencia postergada, dignidad robada.
¿Qué paces quedarán por hacer? ¿Qué perdones navegan pendientes entre nosotras? ¿Será que todos los perdones y besos mojados -que hace tanto nos dimos- se fueron asustados como pájaros de alas rotas?
Tal vez necesitemos horizontes de corcheas y claves de sol, lluvias que broten de las praderas, saetas empapadas de amor en sus puntas y risas.
Muchas risas. Que sean fuertes-tanto-como para que el tronar de cañones, tormentos inferidos y odios ancestrales sean ahogados por su grandeza. Como siempre fue tu pensar y quimera.
¿Te acuerdas, mamá?
Tu sueño se habrá cumplido.
No se necesitarán perdones.
Habremos crecido como seres humanos, a pesar de nuestra gigante pequeñez.
El perdón tendrá su alivio. Dormirá la siesta del olvido acurrucado en tu regazo- como cuando yo era una niña- y eras tú- quien me cuidabas a mí.
¿Te acuerdas, mamá?
Cuando mamá se fue apagando, sólo mi pluma tuvo el coraje de soplarle su penumbra. Pájaros volados de sus poesías, flotan los cielos, que les inventó mamá.
Precioso!!,
Felicidades Mirta!,
Esther kershenovich
hermoso!!! sentido!!! se nota dolor, pero tambien alivio al dar soltura a tu sentir!!! dejar salir del corazon!! tan lindos sentimientos!!! muy, muy hermoso