Cuando cayó la bolsa de valores en Nueva York y muchos perdieron muchísimo dinero, un artículo en Newsweek hablaba sobre un alemán, el número 80 entre los hombres más ricos del mundo; después de que perdió millones en esa crisis económica, se suicidó lanzándose frente a uno de sus trenes.
Ahí, la autora del artículo analizaba el motivo psicológico detrás de este incidente, y ella explicó que las personas acaudaladas no temen por falta de comida o ropa para vestir, ya que sólo desean seguir perteneciendo al club de los millonarios y más poderosos.
Este hombre, después de perder millones, seguía siendo uno de los hombres más ricos del mundo y tenía más de 65 años de edad; es decir, ¿cuánto tiempo le quedaba para gastar su dinero?
“La ambición es muy buena, pues mantiene a la persona en busca de objetivos. Pero también es traicionera; hasta la persona más grande puede caer por ambición. Y lo peor: que teniéndolo todo, puede sentir que no tiene nada”.
Artículos Relacionados: